El sonido es deplorable y la obra no me satisface, pero escuchar a Wunderlich siempre es un enorme placer.
Sí, la verdad es que el sonido es una pena. Por otra parte, a mí tampoco acaba de convencerme el Oneguin, tiene momentos que me gustan mucho con otros que me resultan bastante indiferentes... Me pasa también con la Dama de Picas.
El sonido es deplorable y la obra no me satisface, pero escuchar a Wunderlich siempre es un enorme placer.
ResponderEliminarSí, la verdad es que el sonido es una pena. Por otra parte, a mí tampoco acaba de convencerme el Oneguin, tiene momentos que me gustan mucho con otros que me resultan bastante indiferentes... Me pasa también con la Dama de Picas.
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