domingo, 5 de julio de 2009

Nina Stemme en Salomé

Las representaciones de Salomé, de Richard Strauss, en el Liceu de Barcelona, han constituído un éxito para la protagonista, la sueca Nina Stemme, y un fracaso de la producción escénica, que contemplaba, entre otras cosas, un vídeo en el que la princesa sufría abusos por parte de su padrastro Herodes. El responsable de la idea, Guy Joosten, fue abucheado el día del estreno. La opinión del director de escena la tenemos reflejada en una entrevista que podemos leer aquí:


"¿Cual es el sentido de esos nueve minutos de música? ¿Qué se quiere mostrar con este baile? ¿Se trata de un simple striptease o de algo más?", se plantea el director , quien también ofrece las respuestas: "Este baile es la revelación de un gran secreto, que no es otro que la relación incestuosa que han mantenido en el pasado Salomé y su padrastro Herodes. Ella decide contárselo a los demás y en ese momento en cuando deja de ser niña y se proyecta como mujer". Y aún añade Joosten que «ésta una acción mucho más violenta que la de decapitar al Bautista».

La incestuosa relación se explicará a través del escenario a través de la proyección de un vídeo, en formato doméstico, ha sido rodada especialmente para el montaje por el cineasta italiano Claudio Pazienza. Para rizar el rizo, su protagonista es la propia hija de Nina Stemme. "Esta película sirve también para ilustrar la fuerza que poseen las imágenes en la sociedad actual. Al igual que ocurre hoy en día con algunos políticos, con esa película Salomé está impidiendo que Herodes pueda llegar a ser rey", explica el director de escena, quien se muestra convencido de que "este planteamiento es lo que da actualidad a esta ópera, que nos muestra también una sociedad que vive sin ningún tipo de religión ni moral". Y es en este contexto que plantea la figura de Juan el Bautista, "que más que una persona es la voz de la conciencia de esa sociedad".

Este planteamiento hace que el rol se convierta en todo un reto para el intérprete del Bautista, Mark Delavan. "Jochanaan es como una metáfora de la moral y por eso resulta muy difícil darle una consistencia humana, con sentimientos, emociones y acciones humanas", afirma el barítono.

Pero aún hay otra vuelta de tuerca en la Salomé de Joosten, porque su puesta en escena emparenta estéticamente con una foto de Spencer Platt que ganó el World Press Photo 2006: un grupo de despreocupados jóvenes libaneses, en un descapotable rojo, ante las ruinas de un asolado Beirut. "Queremos que el público identifique claramente la sociedad que queremos mostrar", afirma el director, que ha optado por una escenografía que recuerda a una ciudad destruida por la violencia, aunque en su centro, en un lujoso yate, se celebre una fiesta. "No he tocado ni una coma del libreto. Todo lo que digo está en la ópera de Strauss, sólo es cuestión de leerla en profundidad", concluye.

La calidad musical de estas funciones no ha sido cuestionada. Una labor notable de todos, destacando especialmente la protagonista, algo que ha podido comprobarse a través de las dos retransmisiones en directo de Radio Clásica (el pasado día 25 de junio) y por Catalunya Música (ayer). Aquí podéis leer una crítica al respecto, que también atiza un poco a la propuesta escénica. No pude grabar la función del 25 (que aun así es fácilmente localizable si se sabe cómo), pero sí que lo logré con la de ayer, así que aquí la tenéis, aunque en esta ocasión en un solo corte. De un tirón, tal y como se pudo escuchar en el teatro. La información del reparto ha sido tomada de la página del Liceu, espero que no tenga errores:

RICHARD STRAUSS
Salomé

Nina Stemme (Salomé)
Robert Brubaker (Herodes)
Jane Henschel (Herodías)
Mark Delavan (Jokanaan)
Francisco Vas (Narraboth)
Anna Tobella (Paje)

Orquestra Simfònica del Gran Teatre del Liceu
Michael Boder

Aquí

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