Pues sí, se nos hunde la Esfinge de Gizeh. O al menos eso dicen las noticias que nos llegan de Egipto. Según el arqueólogo Bassam el Shammaa, el afloramiento de aguas subterráneas en torno a la milenaria escultura (unas 4.600 primaveras, más o menos; no empecemos con cosas del tipo atlante o extraterrestre que me entra la risa floja) le dejaría, si no se hace nada por remediarlo, treinta o cuarenta años de vida. El problema podría proceder de algún escape de las tuberías que corren bajo la meseta, casi tomada por asalto por la ciudad de El Cairo. Se sigue investigando al respecto. Dure usted 4.600 años y vea todas las cosas que ha visto, total pa terminar seriamente amenazada por una tubería. Esperemos que se encuentre la solución.
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