Dentro de esa fascinante, aterradora y a veces incomprensible especie que forman los directores de orquesta, los hay mediáticos y no mediáticos. También hay superestrellas. Y hay algunos que podrían contarse con los dedos de una mano que alcanzan la categoría casi de semidiós. O, para sus detractores (los que llegan a ese nivel los tienen por quintales), semidemonio. Conocido es ese chiste que presenta a varios directores de orquesta cuyos nombres son variables. Cada uno defiende que Dios le ha revelado en sueños que es el mejor director de la Historia. Hasta que Karajan tercia en la discusión y dice que no recuerda haberse aparecido a ninguno de los tres. Es curioso que el centenario del nacimiento de Karajan siga a otro aniversario (cincuentenario esta vez, celebrado en 2007) de la muerte de otra figura del podio que podemos parangonar con él en cuanto a su popularidad, y a la adoración o aversión (rara vez indiferencia) que despiertan: Arturo Toscanini.
Por supuesto las discográficas esperan ansiosas (¿esperan? ¿saben lo que es esperar?) el momento para inundarnos otra vez con grabaciones de Don Heriberto. Cuidado. Le pese a quien le pese, y en rigor, Herbert Von Karajan es uno de los directores sin los que no se puede entender la música del siglo XX, sinfónica, operística o como les plazca. Indudablemente, también influyó en la "comercialización" de la música tal y como la entendemos... ejem, entendíamos (al menos hasta la llegada de Internet) hoy. A tal efecto, sin duda realizó demasiadas grabaciones comerciales, excesivamente comerciales. También dejó otras muchas que son referencia absoluta. En este caso, la Deutsche Grammophon llevará la voz cantante: Karajan es para esta casa como la Callas es para EMI o Pavarotti para Decca: un filón inagotable. Más interesante es el conjunto de actos y de conciertos que se llevarán a cabo en todo el mundo para conmemorar el nacimiento del director. La página surgida a tal efecto contiene información detallada sobre los actos que se celebrarán. El día 5 de enero se dará comienzo oficialmente al año en el Mozarteum, al que seguirán otros y diversas representaciones dirigidos por Gergiev, Ozawa, Rattle o Muti, con la participación de orquestas cuya historia está entrelazada con la biografía de Don Heriberto, léase Filarmónicas de Viena y -sobre todo- Berlín, léase también Festival de Salzburgo, cuyas riendas llevó firmemente durante tantos años. Léanse, también, biografías de emergencia, vídeos y filmaciones, discusiones sobre su obra y su legado... En fin. Todo lo que se espera de un centenario. Que desde España, seguramente, se verá desde la barrera.
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