Digamos que, en el momento en que se desarrolla la acción de Tosca, Mario Cavaradossi está en Roma casualmente y (como ya se ha dicho) ha prolongado su estancia a causa de su relación con Tosca. Sardou, siempre interesado en proporcionarnos los antecedentes vitales de sus personajes, nos traza su biografía por boca del propio interesado. Es hijo de un aristócrata romano, Nicolás Cavaradossi, que pasó la mayor parte de su vida en Francia. El hijo es igual que el padre, hace decir Sardou a Scarpia en un momento dado. Su apellido, por otra parte, recuerda a otro de la nobleza italiana, en concreto a los Caravadossi, una familia de la aristocracia genovesa, activa en las luchas por la independencia de Italia. Nicolás Cavaradossi, que se codeaba con los ilustrados (amigo de Diderot, de D'Alembert, de Voltaire, de Rousseau...), acaba casándose con Mademoiselle de Castron, nieta del filósofo Helvetius. Su hijo Mario nace en París y vive todo el periodo revolucionario activamente, siendo además alumno del pintor Jacques-Louis David, que sería miembro de la Convención Jacobina y del Tribunal Revolucionario. Llegado a Roma en 1799 "para arreglar ciertos asuntos" y coincidiendo con la retirada de los franceses (y la entrada de un ejército combinado de napolitanos y austriacos), ya hace un año (en el momento en que se inicia la acción) que permanece en Roma innecesariamente, a causa de su relación con Floria. Ante Angelotti, Cavaradossi admite que ha dejado de lado sus prevenciones para permanecer al lado de su amante, pese al peligro que ello implica, pues es muy mal mirado por las autoridades romanas. Por lo demás, es considerado como un extranjero. Le llaman "el Francés", y ni su forma de pensar, ni su forma de vestir siquiera (no lleva la peluca ni las ropas de un aristócrata, lo que en aquel momento era una muestra de ideología monárquica). En el drama original de Sardou, Scarpia (que sin embargo tiene fama de "actividades sospechosas" con las damas en su territorio, el Castel Sant'Angelo) parace más pendiente, al contrario que en Puccini, de dar caza al peligroso jacobino que a Tosca, aunque desde luego la repugnante transacción, que diría la cantante, está en su mente. Por lo demás, nuestro héroe aparece de manera muy similar a como lo vemos en Puccini. Simplemente, al acentuarse las alusiones políticas, su figura es un poco más matizada que la que retrataría la ópera. Pero poco más.
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