lunes, 4 de agosto de 2008

Los padres literarios de Butterfly (1): Pierre Loti y Madame Chrysantéme

La historia de Madama Butterfly ha sido referida en ocasiones como procedente de una historia real. Así sería en el caso de la novela Madame Butterfly, de John Luther Long, que proporcionaría la fuente definitiva para el drama de David Belasco y por tanto para el libreto pucciniano (nombres incluídos); Long aludiría a una historia contada por su hermana, misionera en el Japón. Sin embargo, es cierto que las vicisitudes de la pequeña japonesa casada con el oficial guardan curiosas similitudes con una novela anterior, Madame Chrysantéme, del francés Pierre Loti, pseudónimo de Louis-Marie-Julien Viaud. Lo de Loti era un apodo que le "colocaron" sus compañeros de la Marina y aludía a su delicada y tímida personalidad (así le comparaban con un loto, al buen hombre). La obra que nos ocupa, Madame Chrysantéme, fue escrita en base a su propia experiencia en Japón. El argumento nos puede resultar familiar: un joven oficial europeo (aunque francés en este caso) llega a Nagasaki y se propone, ya antes de desembarcar, buscarse una "esposa" para el tiempo que pase en tierra. El protagonista de la narración, escrita en forma de diario, no se toma en serio el matrimonio, que es simplemente un entretenimiento. Su joven esposa, Kikú-San ("Crisantemo") no guarda mayores miramientos respecto a la unión, aunque como el mismo oficial (para el que la joven es un misterio que ni siquiera se molesta en descifrar), no nos enteramos de ello hasta el final. Una de las últimas visiones que tenemos de "Crisantemo" es cuando cuenta alegre y cuidadosamente la suma de dinero que el oficial le ha dado en pago de la disolución de su matrimonio. "Comprendo que ni por mí ni por Yves ha pasado nunca nada en este pequeño cerebro, en este mínimo corazón". En ningún caso (y aunque el narrador nos informa de que "no hay desagrado físico, por ambas partes") ha habido amor, aunque sí un poco de celos cuando su amigo-casi-hermano Yves se ha acercado algo más de la cuenta a Kikú. Como uno de los personajes (otra esposa de circunstancias) resume, "he aquí un matrimonio que se disolverá sin el menor dolor". Por supuesto, Kikú no se queda embarazada, y el único niño pequeño que aparece es su hermanito Bambú, al que la joven cuida cariñosamente ("Encuentro en el cariño de Crisantemo por Bambú algo que la hace más grata y atractiva a mis ojos", escribe Loti). La novela tenía componentes autobiográficos, a lo que parece. Loti se habría casado "temporalmente" en Nagasaki (hacia 1885) con una joven de diecisiete años llamada Kane (en la novela, el protagonista rechaza a una muchacha de quince para casarse con Kikú, de dieciocho, que había acudido a la ceremonia de presentación de la novia como invitada). La aventura duró un mes y Loti aseguró que no volvería a reincidir en algo semejante. El libro, publicado en 1887, se convirtió en un éxito, y pronto saltó a los escenarios operísticos... En efecto, en 1893 se estrenaba Madame Chrysantéme, de André Messager (1853-1929), una "comedia lírica con prólogo, cuatro actos y un epílogo" que no alcanzó la repercusión de su inspiradora literaria. Naturalmente, la naturaleza "práctica" de la unión de Kikú y su oficial se olvidaba en la adaptación operística. Se da la curiosa circunstancia de que Puccini (enfrascado entonces en Manon Lescaut) conoció a Messager (director de orquesta aparte de compositor) en casa de Ricordi, cuando el compositor francés estaba componiendo Madame Chrysantéme. No será el último encuentro del autor de Madama Butterfly con alguno de sus "antecesores" en el tratamiento de la joven japonesa.

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