IL TABARRO. La primera parte del Trittico pucciniano se desarrolla en París. Se ha puesto en relación Il Tabarro con la novela naturalista de Émile Zola. Considerada como el punto final del verismo, esta ópera evoca el mundo de las barcazas de comercio que circulaban entre Rouen y París. Se basaba, como ya se ha dicho, en un drama de Didier Gould (lo que entonces se llamaba una "pieza negra"), La houppelande, que Puccini (una vez más) había visto en París en 1912, en el Teatro Maringy. Il Tabarro fue así la primera obra del Trittico que cobró forma. Más tarde Puccini escribiría a Gabriele d'Annunzio para que le sugiriera argumentos para las otras dos. En su libreto, Adami (su colaborador también en La Rondine y Turandot) suprime algunos hechos. Gould hacía que Goujon, es decir, Tinca, matase a su esposa de una puñalada, impulsado por los celos. También se prescindió del argot típicamente parisino que Gould había utilizado para sus personajes. Aunque Puccini comenzó el trabajo en 1913, al no tener todavía claros cuáles serían los temas de los otros elementos de la trilogía, se ocupó de otros proyectos, como La Rondine.
Esta era la tercera "visita" de Puccini a París, contando con La Bohème y La Rondine. En ambas había tratado a tipos populares parisinos, como en esta ocasión, pero sin sordidez.
Il Tabarro nos cuenta la historia de Michele, el patrón de una de esas barcazas, un hombre maduro casado con una joven burguesa que añora su casa parisina y que vive un romance oculto con uno de los estibadores, Luigi. En torno a estos tres personajes pululan otros como Tinca y Talpa (estibadores como Luigi), la esposa de este último, La Frugola, un organillero, un vendedor de canciones, modistillas, enamorados... La ópera comienza con una escena que podríamos llamar "impresionista" y que recrea el ambiente del puerto, el fluir del río... La barcaza de Michele, anclada en el muelle, está siendo descargada por los estibadores. Cuando estos terminan el trabajo Giorgietta, la esposa del patrón, les sirve vino. La aparición de un organillero hace que se organize un improvisado baile sobre la cubierta: Giorgietta baila con Tinca y después de él, con Luigi, que acaba abrazándola. La entrada de Michele interrumpe la "fiesta".
Así se inicia Il Tabarro, con una página que podríamos llamar "impresionista".
La conversación que sigue entre marido y mujer es tensa, pues ya Michele presiente que su esposa le engaña; lo que no sabe es con quién. Entretanto se oyen las voces de un vendedor de canciones que ofrece la última que ha compuesto, sobre la historia de Mimì (y aquí Puccini hace una leve autocita de La Bohème). El diálogo lo interrumpe La Frugola, la esposa del Talpa, una trapera que recoge objetos de todo tipo y de todas partes que sueña con tener una casita en el campo.
Fragmento del diálogo entre Michele y Giorgietta, cita de La Bohème incluída.
El sueño de Giorgietta es diferente: volver a su barrio de Belleville, donde nació, al igual que Luigi. Cuando la Frugola y todos los demás se van, los amantes se quedan solos, pues Michele ha descendido a la bodega.
Frugola y Giorgietta exponen sus sueños respectivos...
FRUGOLA
Ho sognato una casetta
con un piccolo orticello.
Quattro muri, stretta
stretta, e due pini per
ombrello. Il mio vecchio
steso al sole,
ai miei piedi Caporale,
e aspettar così la
morte che è rimedio
d’ogni male!
GIORGETTA
E ben altro il mio sogno!
Son nata nel sobborgo,
e solo l’aria m’esalta,
m’esalta e mi nutrisce!
Oh! se Michele, un giorno,
abbandonasse questa logora
vita vagabonda!...
Non si vive là dentro,
fra il letto ed il fornello!
Tu avessi visto la mia
stanza un tempo!
FRUGOLA
Dove abitavi?
GIORGETTA
Non lo sai?
LUIGI
(Avanzando d’improvviso.)
Belleville!
GIORGETTA
Luigi lo conosce!
LUIGI
Anch’io ci son nato!
GIORGETTA
Come me.
Come me, l’ha nel sangue!
LUIGI
Non ci si può
staccare!
GIORGETTA
Bisogna aver provato!
Belleville è il nostro
suolo e il nostro
mondo!
Noi non possiamo vivere
sull’acqua!
Bisogna calpestare il
marciapiede!...
Là c’è una casa,
là ci sono amici,
festosi incontri e piene
confidenze...
LUIGI
Ci si conosce tutti!
S’è tutti una famiglia!
GIORGETTA
Al mattino, il lavoro
che ci aspetta.
Alla sera, i ritorni
in comitiva...
Botteghe che s’accendono
di luci e di lusinghe,
vetture che s’incrociano,
domeniche che chiassose...
Piccole gite in due
al bosco di Boulogne!
Balli all’aperto,
intimità amorose...
E difficile dire
cosa sia quest’ansia,
questa strana nostalgia.
Ma chi lascia il
sobborgo vuol tornare,
e chi ritorna,
chi ritorna non
può staccare.
C’è là in fondo
Parigi che ci grida
mille voci liete
il suo fascino immortal!
LUIGI
Ma chi lascia il
sobborgo vuol tornare,
e chi ritorna,
chi ritorna non
può staccare.
C’è là in fondo
Parigi che ci grida
mille voci liete
il suo fascino immortal!
FRUGOLA
Adesso ti capisco:
qui la vita è diversa...
TALPA
Se s’andasse a mangiare?
(A Luigi.)
Che ne dici?
LUIGI
Io resto:
ho da parlare col padrone.
TALPA
Quando è così, a domani.
FRUGOLA
Miei vecchi, buona notte!
(s’incamminano canterellando.
Le loro voci si perdono)
FRUGOLA, TALPA.
(Mormorando.)
Ho sognato una casetta
con un piccolo orticello.
Quattro muri, stretta
stretta, e due pini per stretta,
ombrello. Il mio vecchio
steso al sole,
ai miei piedi Caporale,
e aspettar così la
morte che è rimedio
d’ogni male!
VOCE INTERNA
Ah! Ah!
La la la la la
la la la la la la la la la la la.
Giorgietta le da a Luigi una cita para esa misma noche, pues van a partir hacia Rouen (Luigi le pide a su patrón que le desembarque allí, pero Michele le advierte que en Rouen encontrará aún más miseria que en París). La señal para el encuentro será una cerilla encendida. Luigi se va, mientras el patrón reaparece y habla consu esposa. Hablan sobre Luigi y sobre Tinca, que bebe constantemente "para olvidar que tiene una ramera por mujer", dice Michele. Este rememora los primeros tiempos de su matrimonio y a su hijito muerto; Giorgietta se siente profundamente perturbada ante el recuerdo del niño, al que Michele solía envolver con su capote, y se va a la bodega, presuntamente a dormir. Pero Michele cree que su esposa está esperando a alguien; piensa en los estibadores, e inmediatamente cae en la cuenta de que el amante de Giorgietta es Luigi. Enciende su pipa y en ese momento el joven sube a bordo, andando confiadamente por la cubierta, creyendo que va al encuentro de Giorgietta. Michele lo atrapa y lo estrangula. Luego cubre el cuerpo con el capote. Giorgietta aparece, sobresaltada, y se tranquiliza al ver a su esposo inmóvil. En ese momento Michele pide que se acerque y, abriendo la prenda, deja caer el cuerpo de Luigi a los pies de su esposa. Giorgietta retrocede espantada, pero Michele la atrapa y la arroja sobre el cadáver.
Esta era la tercera "visita" de Puccini a París, contando con La Bohème y La Rondine. En ambas había tratado a tipos populares parisinos, como en esta ocasión, pero sin sordidez.
Il Tabarro nos cuenta la historia de Michele, el patrón de una de esas barcazas, un hombre maduro casado con una joven burguesa que añora su casa parisina y que vive un romance oculto con uno de los estibadores, Luigi. En torno a estos tres personajes pululan otros como Tinca y Talpa (estibadores como Luigi), la esposa de este último, La Frugola, un organillero, un vendedor de canciones, modistillas, enamorados... La ópera comienza con una escena que podríamos llamar "impresionista" y que recrea el ambiente del puerto, el fluir del río... La barcaza de Michele, anclada en el muelle, está siendo descargada por los estibadores. Cuando estos terminan el trabajo Giorgietta, la esposa del patrón, les sirve vino. La aparición de un organillero hace que se organize un improvisado baile sobre la cubierta: Giorgietta baila con Tinca y después de él, con Luigi, que acaba abrazándola. La entrada de Michele interrumpe la "fiesta".
Así se inicia Il Tabarro, con una página que podríamos llamar "impresionista".
Fragmento del diálogo entre Michele y Giorgietta, cita de La Bohème incluída.
Frugola y Giorgietta exponen sus sueños respectivos...
FRUGOLA
Ho sognato una casetta
con un piccolo orticello.
Quattro muri, stretta
stretta, e due pini per
ombrello. Il mio vecchio
steso al sole,
ai miei piedi Caporale,
e aspettar così la
morte che è rimedio
d’ogni male!
GIORGETTA
E ben altro il mio sogno!
Son nata nel sobborgo,
e solo l’aria m’esalta,
m’esalta e mi nutrisce!
Oh! se Michele, un giorno,
abbandonasse questa logora
vita vagabonda!...
Non si vive là dentro,
fra il letto ed il fornello!
Tu avessi visto la mia
stanza un tempo!
FRUGOLA
Dove abitavi?
GIORGETTA
Non lo sai?
LUIGI
(Avanzando d’improvviso.)
Belleville!
GIORGETTA
Luigi lo conosce!
LUIGI
Anch’io ci son nato!
GIORGETTA
Come me.
Come me, l’ha nel sangue!
LUIGI
Non ci si può
staccare!
GIORGETTA
Bisogna aver provato!
Belleville è il nostro
suolo e il nostro
mondo!
Noi non possiamo vivere
sull’acqua!
Bisogna calpestare il
marciapiede!...
Là c’è una casa,
là ci sono amici,
festosi incontri e piene
confidenze...
LUIGI
Ci si conosce tutti!
S’è tutti una famiglia!
GIORGETTA
Al mattino, il lavoro
che ci aspetta.
Alla sera, i ritorni
in comitiva...
Botteghe che s’accendono
di luci e di lusinghe,
vetture che s’incrociano,
domeniche che chiassose...
Piccole gite in due
al bosco di Boulogne!
Balli all’aperto,
intimità amorose...
E difficile dire
cosa sia quest’ansia,
questa strana nostalgia.
Ma chi lascia il
sobborgo vuol tornare,
e chi ritorna,
chi ritorna non
può staccare.
C’è là in fondo
Parigi che ci grida
mille voci liete
il suo fascino immortal!
LUIGI
Ma chi lascia il
sobborgo vuol tornare,
e chi ritorna,
chi ritorna non
può staccare.
C’è là in fondo
Parigi che ci grida
mille voci liete
il suo fascino immortal!
FRUGOLA
Adesso ti capisco:
qui la vita è diversa...
TALPA
Se s’andasse a mangiare?
(A Luigi.)
Che ne dici?
LUIGI
Io resto:
ho da parlare col padrone.
TALPA
Quando è così, a domani.
FRUGOLA
Miei vecchi, buona notte!
(s’incamminano canterellando.
Le loro voci si perdono)
FRUGOLA, TALPA.
(Mormorando.)
Ho sognato una casetta
con un piccolo orticello.
Quattro muri, stretta
stretta, e due pini per stretta,
ombrello. Il mio vecchio
steso al sole,
ai miei piedi Caporale,
e aspettar così la
morte che è rimedio
d’ogni male!
VOCE INTERNA
Ah! Ah!
La la la la la
la la la la la la la la la la la.
Nulla! silenzio!, el monólogo que precede al asesinato de Luigi, no se cantaba en las primeras representaciones de Il Tabarro, en las que Luigi cantaba un aria diferente, Scorri, fiume eterno, que Puccini sustituyó por Nulla! silenzio! al entender que ralentizaba la acción.He aquí el texto y el aria alternativos, que últimamente tienden a rescatarse, en interpretación de Robert Merrill (todos los audios seleccionados pertenecen a la grabación de Gardelli, 1962.
Michele
Scorri, fiume eterno! Scorri!
Come il tuo mistero è fondo!
Ah! l'ansia che mi strugge non ha fine!
Passa, fiume eterno; passa!
E me pure travolgi!
Quante son le rovine
che calmò la tua onda?
Tu della miseria
hai segnata la fine!...
E sempre calmo passi, e non ti ferma
dolore nè paura nè tormento
nè volgere di anni!
Continui la tua corsa,
continui il tuo lamento!...
Sono i lamenti, forse, dei tuoi morti?
Di migliaia di morti che portasti
l'un dopo l'altro verso il gran destino
sulle tue braccia lugubri ma forti?
Sono i dolori che tu soffocasti
chiudendo l'urlo estremo in un gorgoglio?
Acqua misteriosa e cupa,
passa sul mio triste cuore!
Lava via la pena e il mio dolore,
fa pur tua la mia sorte!...
E se non puoi la pace,
allor dammi la morte!
Scorri, fiume eterno! Scorri!
Come il tuo mistero è fondo!
Ah! l'ansia che mi strugge non ha fine!
Passa, fiume eterno; passa!
E me pure travolgi!
Quante son le rovine
che calmò la tua onda?
Tu della miseria
hai segnata la fine!...
E sempre calmo passi, e non ti ferma
dolore nè paura nè tormento
nè volgere di anni!
Continui la tua corsa,
continui il tuo lamento!...
Sono i lamenti, forse, dei tuoi morti?
Di migliaia di morti che portasti
l'un dopo l'altro verso il gran destino
sulle tue braccia lugubri ma forti?
Sono i dolori che tu soffocasti
chiudendo l'urlo estremo in un gorgoglio?
Acqua misteriosa e cupa,
passa sul mio triste cuore!
Lava via la pena e il mio dolore,
fa pur tua la mia sorte!...
E se non puoi la pace,
allor dammi la morte!
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