Ya hace unos días ponía por aquí tres vídeos de Youtube con algún extracto de la nueva grabación de La Sonnambula que Decca acaba de publicar, con Cecilia Bartoli como Amina y Juan Diego Flórez como Elvino, acompañados de Ildebrando d'Arcangelo. Los vídeos se oían rematadamente mal y parecía que hasta los legendarios técnicos de la casa londinense habían decidido tomarse un año sabático. Eso fue lo primero que pensé. El segundo impulso que sentí al escucharlos fue llorar de añoranza por Bonynge, por Bernstein y por Votto y demás directores "sonnambuleros" de la Vieja Guardia, y, en fin, por una orquesta moderna (cosas mías). Hasta lo poco que se escuchaba a Flórez me dejó absolutamente desanimada, pues él era mi principal interés en esta Sonnambula. De Bartoli ya había escuchado las piezas bellinianas incluídas en Maria (su anterior disco) y sabía más o menos con lo que iba a encontrarme. Ah, quiero que vuelva a publicar otro Opera Proibita, otro Salieri Album (los amigos de Salieri son mis amigos, y además en ese terreno sí que me gusta más doña Ceci), no Bellinis. Eso no, por favor. ¿Por qué? La Amina de Bartoli es susurrante, jadeante, a veces de una cursilería difícil de creer. Sí, sí. La entrada en Care (suspiro) compagne (suspiro) e voi, teneri amici, ya pone sobre aviso de lo que va a ser todo lo demás. Este no es mi Bellini (a menos que indicase los jadeos sobre la partitura, cosa que dudo), que me lo han cambiao. Que queda cursi, vamos. Ah, y que es altamente sospechoso que se oiga tanto, tanto y tanto a la Cecilia en los números de conjunto. ¿Mesa de mezclas? Cuando esto se hace más descarado es en el final del Acto I, cuando la voz de Bartoli se superpone a Flórez, al coro y hasta a la orquesta. Vale. Que se ha hecho toda la vida y se hará, pero este es uno de los casos más descarados que haya escuchado. Los caballeros, bien. sobre todo el peruano. Ojalá en ocasiones posteriores podamos disfrutar del Elvino de Flórez, que sigue siendo mi principal aliciente en esta grabación sin esto de que tenga que estar supeditado enteramente a su partenaire. Porque cualquiera diría que lo han puesto en plan jarrón antiguo y costoso. Es decir, de adorno. Y a Bartoli, espero disfrutarla en otras cosas, pero -como ya dije en relación a Maria- Bellini de confesionario, no. En cuanto a la orquesta... Sigo sollozando de añoranza por Bonynge.
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