Por si alguien no se ha enterado, este domingo es San Ambrosio, y ya sabéis lo que toca. Inauguración de la temporada de la Scala de Milán. Como "mitómana escalígera" (qué queréis, crecí musicalmente hablando gracias a las viejas grabaciones de los 50 en directo desde ese teatro -qué sería de mi vida sin Opera d'Oro-, aunque desgraciadamente nunca he tenido la oportunidad de pisarlo) siempre estoy pendiente de la retransmisión radiofónica. Los que tengan un cine a mano, podrán verlo en directo en una de las salas de Yelmo que ofrecen la "prima". Los que tengan canal Arte, también. Los que se tengan que conformar con la radio, bienvenidos al club de los plebeyos y eviten en lo posible la RAI, que tiene -como ya he dicho mil o dos mil veces- una calidad de sonido discutible y una locutora que cree que los oyentes no distinguen entre el himno italiano y el Preludio de Tristán e Isolda (sí, es en serio). Como todos los años (los archivos en línea de los periódicos italianos pueden ofrecernos detalles desde los primeros ochenta) hay amenaza de huelga para el día 7. Salvo catástrofe insólita en la historia del teatro, hay que suponer que no habrá huelga el día 7 y tal vez sí en funciones sucesivas.
Lo que nos toca ver este año es Don Carlo, de Verdi. Ya sabéis -y si no, este es un buen momento para enteraros, y os recomiendo leer este blog no sólo para Don Carlo sino para toda la obra verdiana- existen múltiples versiones de esta obra verdiana, debido a los retoques que su autor tuvo que darle incluso antes de su estreno parisino: la original francesa, Don Carlos (cinco actos con ballet) y las dos principales versiones italianas, la de la Scala (1884) en cuatro actos y la italiana en cinco (pero sin el ballet, llamada "de Módena", 1886). Lo que vamos a ver este año es la versión en cuatro actos, así que lo siento por los enamorados del acto de Fontainebleu (apuntadme al club de fans del Acto de Fontainebleau). Don Carlo no se representa en la Scala desde la temporada 1992-93, cuando también inauguró... con un sonoro fiasco; también se trataba de la versión en cuatro actos. Una noche en la que participaban Pavarotti, Dessì, Coni, Ramey, D'Intino. Dirigía Muti y ponía el aspecto escénico Zeffirelli. Todos los mencionados llevaron palos por doquier, menos Ramey, aunque no salieron corriendo en mitad del espectáculo como uno que yo me sé. Existe grabación en audio y en DVD, pero no os recomiendo ninguna de las dos. Mira que le tendré yo ley a Don Riccardo y a su "Infante", pero esta grabación no soy capaz de terminarla, ni en audio, ni en vídeo (con un Zeffirelli más recargado y mareante que nunca; ¿habría desaparecidos durante la escena del auto de Fé? ¿los encontraron, o todavía siguen buscándolos?) ni de ninguna manera. Sólo soporto a Ramey. Para escuchar una versión en cuatro actos os recomiendo, en estudio, la de Karajan con Carreras, Freni y Ghiaurov.
Este año, en el reparto nos encontramos a Ferruccio Furlanetto como Felipe II, Giuseppe Filianotti como el Infante, Fiorenza Cedolins como Elisabetta y Dolora Zajick como Eboli. Matti Salminen alternará Felipes e Inquisidores. Dirigirá Daniele Gatti, que tan buena impresión causó en mí en el Parsifal de Bayreuth, y que es uno de los que se suele mencionar habitualmente para ocupar la desierta plaza de director musical del teatro. De Gatti espero algo bueno, si bien no las tengo todas conmigo respecto a este reparto; que no me fio un pelo, vamos. Pero quién sabe si nos darán la sorpresa. El teatro ha organizado una especie de "ensayo general" con entradas a bajo precio para estudiantes menores de 26 años el día 4 de diciembre. Otra cosa, ni rastro de Zeffirelli. El director de escena es Stéphane Braunschweig, que a juzgar por la diminuta imagen (¿para cuándo galerías de imágenes y esas cosas?) que puede verse en la página oficial del teatro ha apostado por el minimalismo. Según he podido saber, los personajes "nobles" vestirán ropaje de época, mientras que el pueblo vestirá a la moda de los años treinta del siglo XX, en una especie de alusión a la Guerra Civil. Pues vale. Al menos no nos marearemos si lo vemos en vídeo. No sé qué opinará el público presente en la sala, de todas maneras.
Para terminar con esta entrada, unos extractos (odio los higlights, pero estos servirán para hacernos una idea) de un Don Carlo dirigido por Gatti en la Lyric Opera de Chicago allá por 1996. Otro de los miembros del reparto del domingo, Dolora Zajick, figura en el reparto (y como Eboli precisamente). Los acompañan Samuel Ramey como Felipe II, Michael Sylvester como Carlo, Vladimir Chernov como Posa y Carol Vaness como Elisabetta.
Lo que nos toca ver este año es Don Carlo, de Verdi. Ya sabéis -y si no, este es un buen momento para enteraros, y os recomiendo leer este blog no sólo para Don Carlo sino para toda la obra verdiana- existen múltiples versiones de esta obra verdiana, debido a los retoques que su autor tuvo que darle incluso antes de su estreno parisino: la original francesa, Don Carlos (cinco actos con ballet) y las dos principales versiones italianas, la de la Scala (1884) en cuatro actos y la italiana en cinco (pero sin el ballet, llamada "de Módena", 1886). Lo que vamos a ver este año es la versión en cuatro actos, así que lo siento por los enamorados del acto de Fontainebleu (apuntadme al club de fans del Acto de Fontainebleau). Don Carlo no se representa en la Scala desde la temporada 1992-93, cuando también inauguró... con un sonoro fiasco; también se trataba de la versión en cuatro actos. Una noche en la que participaban Pavarotti, Dessì, Coni, Ramey, D'Intino. Dirigía Muti y ponía el aspecto escénico Zeffirelli. Todos los mencionados llevaron palos por doquier, menos Ramey, aunque no salieron corriendo en mitad del espectáculo como uno que yo me sé. Existe grabación en audio y en DVD, pero no os recomiendo ninguna de las dos. Mira que le tendré yo ley a Don Riccardo y a su "Infante", pero esta grabación no soy capaz de terminarla, ni en audio, ni en vídeo (con un Zeffirelli más recargado y mareante que nunca; ¿habría desaparecidos durante la escena del auto de Fé? ¿los encontraron, o todavía siguen buscándolos?) ni de ninguna manera. Sólo soporto a Ramey. Para escuchar una versión en cuatro actos os recomiendo, en estudio, la de Karajan con Carreras, Freni y Ghiaurov.
Este año, en el reparto nos encontramos a Ferruccio Furlanetto como Felipe II, Giuseppe Filianotti como el Infante, Fiorenza Cedolins como Elisabetta y Dolora Zajick como Eboli. Matti Salminen alternará Felipes e Inquisidores. Dirigirá Daniele Gatti, que tan buena impresión causó en mí en el Parsifal de Bayreuth, y que es uno de los que se suele mencionar habitualmente para ocupar la desierta plaza de director musical del teatro. De Gatti espero algo bueno, si bien no las tengo todas conmigo respecto a este reparto; que no me fio un pelo, vamos. Pero quién sabe si nos darán la sorpresa. El teatro ha organizado una especie de "ensayo general" con entradas a bajo precio para estudiantes menores de 26 años el día 4 de diciembre. Otra cosa, ni rastro de Zeffirelli. El director de escena es Stéphane Braunschweig, que a juzgar por la diminuta imagen (¿para cuándo galerías de imágenes y esas cosas?) que puede verse en la página oficial del teatro ha apostado por el minimalismo. Según he podido saber, los personajes "nobles" vestirán ropaje de época, mientras que el pueblo vestirá a la moda de los años treinta del siglo XX, en una especie de alusión a la Guerra Civil. Pues vale. Al menos no nos marearemos si lo vemos en vídeo. No sé qué opinará el público presente en la sala, de todas maneras.
Para terminar con esta entrada, unos extractos (odio los higlights, pero estos servirán para hacernos una idea) de un Don Carlo dirigido por Gatti en la Lyric Opera de Chicago allá por 1996. Otro de los miembros del reparto del domingo, Dolora Zajick, figura en el reparto (y como Eboli precisamente). Los acompañan Samuel Ramey como Felipe II, Michael Sylvester como Carlo, Vladimir Chernov como Posa y Carol Vaness como Elisabetta.
2 comentarios:
Mi novio y yo iremos ya hemos comprado las entradas de cine para verlo. Ahora sólo rezo para que el satélite no nos deje tirados sin representación, como ha pasado alguna que otra vez.
Si al final ni la huelga ni el satélite lo impiden, vendré a contarte qué tal estuvo.
Un beso.
Pues por la huelga, tranquila, porque como todos los años parece que han firmado el acuerdo unos días antes, lo justo para "salvar" el 7 de diciembre. Así que salvo cambio de opinión de última hora, sólo tendrás que preocuparte del satélite. Que ya es bastante, por otra parte.
Publicar un comentario