lunes, 8 de diciembre de 2008

Lío en la Corte: Don Carlo en la Scala, visto desde la radio



Si una cosa llama la atención en este Don Carlo que nos ha ofrecido la Scala en su noche inaugural es que nadie está de acuerdo (me refiero a los simples mortales, no a los críticos) en cómo ha sido la función. La división fundamental se encuentra entre los que la vieron en las salas de cine o a través de Arte, la mayoría de los cuales parecen concordar en que el espectáculo fue convincente en su conjunto, y entre los que la escucharon por la radio, la mayoría de los cuales están horrorizados por lo que pudieron "presenciar", por así decirlo. Yo estuve escuchando por la radio. Y sí, fue un sufrimiento contínuo. El público presente en la sala concentró su ira en Daniele Gatti, el director, que fue abucheado al inicio de los actos II y III. En el IV (recordemos que se trataba de la versión en cuatro actos) no, porque no hubo un intermedio. Al caer el telón, la única intérprete a la que se tributó un verdadero aplauso fue a Dolora Zajick, Eboli.
Empecemos por recordar los antecedentes de esta accidentada noche de San Ambrosio, amenazada hasta el último momento por la huelga de los miembros de la orquesta y también del resto de trabajadores del teatro, hartos de que sus "queridos compañeros" les compliquen la vida. Para colmo, se caen del reparto Don Carlo, Filianoti, y el Inquisidor Salminen. Lo de Filianoti se supo el día 6 por la tarde, y supuestamente (el Teatro no aclaró en su momento a qué se debía la "caída" del cartel) debido a una indisposición. Pero he aquí que Giuseppe Filianoti no se queda callado y la mañana de San Ambrosio se publican varias entrevistas en las que se plasma su indignación. La Scala lo ha echado al cubo de la basura por ser "inadecuado" para el papel (eso ya lo sabíamos todos... ¡mucho antes!) después de tanto tiempo ensayando, todo el mundo ha escurrido el bulto, Gatti es un indeciso, etc. Al tenor del segundo reparto, Stuart Neill, le cae la "papeleta" de sustituir a Filianoti.
Las cosas no empezaban bien. A eso de las 18:00, conexión con Radio Clásica de España (finalmente esa fue la elección); la retransmisión de Arte comenzaba una hora después. Los presentadores de nuestra amada emisora cometen pifia tras pifia y no se han enterado del follón que se ha montado con Filianoti, al que anuncian como el Infante a pesar de que (según OperaChic) está en uno de los palcos contemplando el espectáculo. Y el telón se alza. Apenas Neill abre la boca se nota que está en apuros, y nosotros con él. La entrada de Posa (llamado obstinadamente "Poza" por uno de nuestros queridos presentadores de RNE) no mejora las cosas. El dúo es un verdadero despropósito. Gatti hace un cambio de tempo rarísimo en su parte final, conduciéndome al despiste; no será la última vez (aunque añado que los abucheos que se ha llevado me parecen injustificados y en general no me pareció una dirección tan espantosa, por favor). Corte para el cambio de escena. Zajick se revela como lo mejor hasta el momento, y así seguirá durante el resto de la función, pese a que su gran momento no será la Canción del Velo. Entra Cedolins. No encuentro demasiado atractivo a la voz de esta soprano, de modo que seguramente todos mis juicios sobre ella se ven condicionados por esto; me abstendré de opinar, pues. Con Elisabetta, Jenis (Posa) arroja sonidos rasposos y cavernosos de su garganta. Neill mejora algo durante su dúo con Cedolins, pero no lo suficiente. Empiezo a mostrarme cada vez más incrédula. ¿La Scala? Oh, Dioses. Termina al fin el Acto I. Cae el telón. Aplausos, pero no muchos. Descanso; los locutores de RNE insisten en su reparto erróneo. Ahogo el impulso de mandarles un correo. Segundo acto. Aparece Gatti y es abucheado sin piedad. Nuestro locutor se sorprende cándidamente. "Parece que tenemos un público exigente", comenta. Ahogo, también, el impulso de acabar con mi sufrimiento, decidida a perseverar hasta el final. Pero aquí termina el relato de mis penalidades, hasta el momento. Sólo me hará disfrutar la actuación de Zajick en O Don Fatale. El resto, tal y como sonó por la radio, prefiero olvidarlo. Espero ver el vídeo para convencerme del todo o desdecirme, porque las diferencias de opinión son tan enormes que han despertado mi curiosidad. Entretanto, y para los que hayan, a su vez, disfrutado (o sufrido) con este Don Carlo escalígero dejo la grabación tal y como sonó por RNE.



DON CARLO
Opera in 4 atti di François-Joseph Méry e Camille du Locle
musica di Giuseppe Verdi
Filippo II, Ferruccio Furlanetto
Don Carlo, Stuart Neill
Rodrigo, Dalibor Jenis
Il grande inquisitore, TBA
Elisabetta di Valois, Fiorenza Cedolins
La Principessa Eboli, Dolora Zajick
Un frate, Diogenes Randes
Tebaldo, Carla Di Censo
Conte di Lerma, Cristiano Cremonini
Araldo reale, Carlo Bosi
Voce dal cielo, Julia Borchert
Sei deputati fiamminghi, Filippo Bettoschi, Davide Pelissero, Ernesto
Panariello, Chae Jun Lim, Alessandro Spina, Luciano Montanaro
Orchestra e Coro del Teatro alla Scala di Milano
direttore, Daniele Gatti

Acto I, Acto II, Acto III, Acto IV.

2 comentarios:

Faria dijo...

Bueno, lo prometido es deuda y te cuento cómo lo vi yo desde el cine: tuve la suerte de que los dioses nos favorecieron con una retransmisión sin ningún corte ni problema. :)

He estado leyendo los comentarios de los foros sobre la representación, y he de decir que creo que quienes la escuchasteis por la radio habéis quedado bastante más insatisfechos que los audiovisuales. Para ser sincera, sin ser una representación apoteósica, a mí no me pareció tal desastre: la mejor, sin duda, fue Zajick, pero el resto tampoco estuvo tan mal... Me gustó bastante Furlanetto, ya que, si bien vocalmente manifestó alguna carencia, me satisfizo su gusto y presencia escénica. Neill es un tenor que, en mi opinión, no tiene capacidad para un rol como el del infante, pero la voz era bonita y los agudos muy bellos (se le escapó un gallo, pero bueno, esas cosas le pueden pasar a cualquiera, y yo tampoco suelo darle importancia). El Rodrigo me dejó un poco fría, porque a ratos me gustaba y a ratos me dio la impresión de que engolaba un poco, así que para mí pasó sin pena ni gloria. La Cedolins me gustó, aunque la noté algo apurada en algunos pasajes. Y, eso sí, el que no me gustó nada fue el Inquisidor que sustituyó a Salminen: ni vocalmente ni a nivel escénico me satisfizo lo más mínimo, y el contraste con Furlanetto era escandaloso. El coro estupendo.

La dirección no me pareció tan mal, pero vamos, tampoco soy una especialista. Eso sí, el dúo de Posa y Carlo, de juzgado de guardia.

Y luego, la escena no me convenció demasiado: era muy frugal, y con unos niños paseando por el escenario que evocaban a Carlo y Elisabetta que no aportaban nada... El vestuario, precioso (y bien que se recreó en él el realizador).

Bueno, si ves el vídeo, quizás no te horrorice tanto. Para mí, sin ser adecuado para -no olvidemos- un estreno en la Scala, tampoco fue tan terrible: no sentí haber gastado el dinero, así que con eso creo que te lo digo todo. :)

Nina dijo...

Efectivamente voy a tener que ver el vídeo, porque los comentarios según se haya escuchado de una manera u otra son completamente opuestos. Para colmo he estado mirando los foros italianos y gente que estuvo en el teatro también tiene opiniones diversas.
¡Qué diferencia con el sublime Tristán del año anterior!
Estoy comenzando a pensar que Don Carlo es más gafe que La Forza en la Scala; siempre abuchean.

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