Hace unos días Jesús Lopez Cobos, al que le queda tan poco tiempo para dejar el cargo de director musical del Teatro Real, advertía al futuro dueño de los destinos del coliseo madrileño, esto es, Gérard Mortier, que sin un director fijo un teatro lírico no funcionaba. En la rueda de prensa de presentación de la temporada 2009-2010 afirmó el deseo de relanzar su carrera internacional. Y es que, según dijo, no le quedaban ganas, de momento, de trabajar en España, país en el que las instituciones improvisan y "es imposible realizar proyectos a largo plazo".
Mortier parece dispuesto a aplicar en la Villa y Corte el mismo sistema que aplicara en París: una serie de directores, en vez de uno permanente. Lo que tal vez funcione con la Filarmónica de Viena, pero no sé yo si será lo mismo con la orquesta madrileña. Los nombres de la terna propuesta por Mortier se imaginaban, al menos en parte: de Sylvain Cambreling y del joven español Pablo Heras ya se había hablado con anterioridad, y a ellos se suma el alemán Thomas Hengelbrock. Cada uno, especializado en un periodo diferente. Uno para el Barroco, otro para el siglo XIX y un tercero para la contemporánea, según explicara el presidente del Patronato del Teatro Real, Gregorio Marañón.
No sé yo, no sé yo...
Mortier parece dispuesto a aplicar en la Villa y Corte el mismo sistema que aplicara en París: una serie de directores, en vez de uno permanente. Lo que tal vez funcione con la Filarmónica de Viena, pero no sé yo si será lo mismo con la orquesta madrileña. Los nombres de la terna propuesta por Mortier se imaginaban, al menos en parte: de Sylvain Cambreling y del joven español Pablo Heras ya se había hablado con anterioridad, y a ellos se suma el alemán Thomas Hengelbrock. Cada uno, especializado en un periodo diferente. Uno para el Barroco, otro para el siglo XIX y un tercero para la contemporánea, según explicara el presidente del Patronato del Teatro Real, Gregorio Marañón.
No sé yo, no sé yo...
3 comentarios:
Parece ser (visto desde Argentina)que en España existen los mismos brutos que los que se encargan en mi pais de destruir todo lo bueno acumulado en años en materia artística. Don Jesus es una gloria de la dirección española, por lo tanto !a la Hoguera¡
Debo usar anónimo por cuanto me rebota mi nombre y e-mail
No sé qué problema puede haber en blogger, intentaré solucionarlo.
López Cobos no es exactamente santo de mi devoción ni me gusta especialmente,pero sí es verdad que la dirección del teatro ha roto relaciones de una manera bastante fea con él y con Moral.
VEremos qué pasa con Mortier.
López Cobos no es exactamente santo de mi devoción ni me gusta especialmente,pero sí es verdad que la dirección del teatro ha roto relaciones de una manera bastante fea con él y con Moral...
Y, completo, no se lo merecía. Está claro que la experiencia le ha dolido mucho.
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