lunes, 6 de abril de 2009

Norma: el argumento

Antes de que se alce el telón, hay que hablar un poco de los antecedentes; nos encontramos en la Galia de en torno al 50 a.C. Norma, hija de Oroveso y sacerdotisa de Irminsul, se ha convertido en la amante del procónsul romano Pollione, quebrantando su voto de castidad y dándole dos hijos. Pero la pasión de Pollione ha comenzado a enfriarse y ha fijado sus miras en una sacerdotisa más joven: Adalgisa.

ACTO I. Cuadro primero. En el bosque sagrado, ante el roble de Irminsul, Oroveso y los demás druidas ruegan para que los dioses les liberen pronto de los romanos. Esperan que Norma, a la que se atribuyen habilidades proféticas, les ordene al fin atacarlos, pues la sacerdotisa siempre recomienda a los galos que esperen. Cuando los druidas desaparecen, entran en el bosque sagrado el procónsul Pollione y su confidente Flavio. Ante el estupor de este último (¡Es tu amante, la madre de tus hijos!, exclama, aunque no llega tan lejos como el Flavius de Soumet, que aconsejaba a su amigo que "fuera un hombre" y se dejara de perseguir sacerdotisas en cadena) afirma que ya no ama a Norma, y que ahora su corazón es de Adalgisa. Además, revela a Flavio un sueño inquietante que relaciona todos los pedazos de su complicada vida sentimental: Norma, Adalgisa, los niños... Según el sueño, los celos de Norma acabarán destruyéndolos a todos. Cuando escuchan acercarse a los galos precedidos por la sacerdotisa, que acaba de salir del templo, Pollione y Flavio se marchan, no sin que el procónsul desafíe el poder de Irminsul, que poco tiene que hacer ante su pasión por Adalgisa (Meco all'altar di Venere... Mi protegge, mi diffende, con Franco Corelli):

(vídeo de EvaHartwig)
Entra Norma, que recrimina a su pueblo el deseo de guerrear (por supuesto, por temor a que algo le pueda pasar a Pollione...) : Roma caerá un día, sí, pero no será a manos de los galos sino de su propia corrupción. Les exhorta a conservar la paz, mientras eleva una plegaria a la Luna. (Casta Diva... con la Divina)

(vídeo de flyfra89)
Terminada la plegaria, Norma se marcha del bosque sagrado, y mientras el coro proclama su impaciencia porque llegue el día de la venganza, la sacerdotisa piensa en Pollione y en los días en que comenzó su relación con él (Ah, bello a me ritorna... con Rosa Ponselle):

(vídeo de maldoror26)
Pero no todo el mundo se ha marchado del bosque; Adalgisa se ha quedado atrás, esperando a Pollione, con el que se ha citado. Para sí, la joven lamenta no saber oponerse al amor que siente por el romano, el amor que la empuja a traicionar a su pueblo y a su dios. Le ruega a Irminsul que la proteja, entre llantos. Mientras Adalgisa reza, llegan Pollione y Flavio. El procónsul aleja a éste y se acerca a Adalgisa, a la que dice no poder abandonar. Le pide que se marche con él a Roma, a donde está a punto de regresar. Adalgisa aún se resiste, por lo que el romano le reprocha su crueldad. Adalgisa acaba por ceder, "traicionaré a mi dios, pero te seré fiel a tí", afirma. Acuerdan encontrarse al día siguiente en el mismo lugar. Veamos a Pedro Lavirgen y a Fiorenza Cossotto:

(vídeo de Onegin65)
Cuadro segundo. Norma llega a su escondite y le ordena a su confidente Clotilde que esconda a sus hijos, a los que dice amar y odiar a un tiempo. También se pregunta si Pollione la llevará con él a Roma, a donde ha sido llamado. Apenas se ha llevado Clotilde a las dos criaturas cuando aparece una agitada Adalgisa, dispuesta a confesar su delito. La joven confiesa que está enamorada. Norma recuerda su encuentro con Pollione y se muestra comprensiva: será clemente, relevará a Adalgisa de sus votos. Escuchemos a Tatiana Troyanos y Joan Sutherland en Oh rimembranza...:

(vídeo de magghot)
No obstante, cuando Adalgisa confiesa que el hombre al que ama es un romano, las alarmas de Norma se disparan; el cambio de actitud asusta a Adalgisa. Ese es el momento que Pollione aprovecha para aparecer. La joven señala al procónsul. El desprecio y la furia de Norma no tienen límites. Le dice a Adalgisa que Pollione la traicionará, como ya la ha traicionado a ella. El estupor de la sacerdotisa es inmenso; Pollione trata de llevársela consigo, pero la joven se niega, diciéndole a Norma que antes preferiría morir que irse con él. Mientras suenan los coros que llaman a Norma al templo, Pollione huye al fin. Veamos a Montserrat Caballé, Josephine Veasey y Jon Vickers en el trío final del Acto I, Oh, di qual sei tu vittima!:

(vídeo de Onegin65)
ACTO II. Cuadro primero. Es de noche. Mientras los hijos de Norma duermen, ella se acerca al lecho puñal en mano, dispuesta a quitarles la vida. Prefiere verlos muertos a que sean sometidos a la esclavitud en Roma, o a que tengan una madrastra. Además, eso hará que Pollione sufra tanto como ella. Sin embargo, su determinación pierde la partida frente a sus sentimientos maternales. Norma no se atreve a descargar el golpe y abraza sollozando a los niños, que se despiertan. Luego ordena a Clotilde que traiga ante ella a Adalgisa. Escuchemos a Callas (grabación del Covent Garden, 1952; como Clotilde podemos escuchar a una joven Joan Sutherland) en Dormono entrambi:

(vídeo de yeahhhme)
Cuando Adalgisa entra, Norma le dice que se lleve con ella a sus hijos. Que Pollione y ella sean felices con los niños en Roma. Mientras tanto, ella librará a la tierra de su presencia. Adalgisa se niega. Adalgisa no quiere separar a los niños de su madre; irá a ver a Pollione, sí, pero para convencerlo de que vuelva junto a Norma y a sus hijos. Conmovida y tras resistirse, Norma acepta la oferta de Adalgisa. Las dos mujeres se juran amistad eterna. Nuestras protagonistas son Maria Callas y Ebe Stignani, en la grabación de estudio de Serafin (1954):

(vídeo de ThPaw)
Cuadro segundo. Impacientes por sacudirse el yugo romano, los druidas tascan el freno, esperando atacar a los romanos; cuentan con que la partida de Pollione (que va a ser sustituído por un guerrero más temible) ayude a que estén desprevenidos. Oroveso ha interrogado a Norma, pero esta se niega a dar una orden de ataque, argumentando que no es el momento propicio para ello. Pese a que ello le disgusta, prefiere no contrariar las órdenes de los dioses y esperar a otro momento para levantarse contra Roma.
Cuadro tercero. Norma aguarda las noticias de Adalgisa, con esperanzas de que la joven lo convenza para que vuelva a su lado. Sin embargo la realidad es muy diferente. Clotilde anuncia que Adalgisa ha fracasado en su intento; Norma se pone furiosa, creyendo que la joven la ha traicionado. En realidad, cuenta Clotilde, Adalgisa ha vuelto al templo llorando y suplicando que le sean renovados sus votos. Pollione ha jurado raptarla aunque sea a los pies del dios. Norma, airada, golpea el escudo para convocar a los guerreros y anuncia a éstos que ha llegado la hora de atacar a los romanos. Todos entonan un himno guerrero. Veamos a Caballé en la famosa representación de Orange:

(vídeo de LadyArmide)
Pero antes del ataque es tradición sacrificar a una víctima que debe ser designada por Norma. Se oye un tumulto y los guerreros anuncian la captura de un romano en las inmediaciones del bosque sagrado. Norma presiente que se trata de Pollione, y acierta. Pero, cuando está a punto de herirlo, la sacerdotisa vacila: no puede matar al procónsul. Tras pedir que la dejen a solas con él para interrogarlo, Norma le ofrece un trato a Pollione: si olvida a Adalgisa, le dejará libre. Pero Pollione se niega; no importa que Norma le confiese que ha estado a punto de matar a sus hijos como venganza por haberla abandonado. Norma desiste, pero quiere vengarse: los romanos perecerán, y Adalgisa será entregada a las llamas por haber quebrantado sus votos. Pollione suplica al fin; no le importa morir, pero ruega piedad para Adalgisa. Norma se regocija en su sufrimiento: "Al fin eres tan infeliz como yo", le espeta. Pollione forcejea para hacerse con la espada y Norma llama en su ayuda a los galos. Escuchemos In mia man alfin tu sei, con Anita Cerquetti y Franco Corelli:

(del canal de corelliavoice)
Ante los druidas y guerreros, Norma anuncia que el sacrificio tendrá otra víctima además de Pollione: una sacerdotisa que ha profanado sus votos y traicionado a su patria. La multitud le exige el nombre de la culpable, mientras Pollione le suplica que no diga nada. Pero, antes de pronunciar el nombre de Adalgisa, Norma se dice a sí misma que no puede acusar a una inocente de una falta que ella ha cometido. Cuando la multitud exige por segunda vez el nombre de la sacerdotisa que debe ser sacrificada, ella responde: "Soy yo". Todos enmudecen y al comienzo se niegan a creerlo. "Norma no miente", afirma, ante Pollione y el resto.

(vídeo de Lohengrin)
Ahora, mientras el resto de los presentes se debate entre el asombro y la furia, Norma se dirige sólo a Pollione. Van a morir juntos, a pesar de los intentos que el procónsul ha hecho por huír de ella y abandonarla. Él se da cuenta ahora de la grandeza de Norma; se arrepiente y ruega que le perdone antes de morir; además ha comprendido que la ama a ella, y más que nunca. Sólo le queda una preocupación a Norma, y es qué será de sus hijos cuando sea consumida por las llamas. Mientras todos reclaman su muerte, Norma le confiesa a su padre que tiene dos hijos y le ruega a Oroveso que los proteja. Oroveso se niega al principio, pero los ruegos desesperados de Norma hacen que ceda, entre lágrimas. Satisfechos, Norma y Pollione marchan hacia la pira... Veamos toda la escena final con Caballé y Vickers, de nuevo en el vídeo de Orange (vídeos de LadyArmide y Onegin65) :


1 comentario:

glòria dijo...

Un precioso trabajo, Nina. Para hacer el chiste fácil: Un trabajo fuera de la norma.
Gracias.

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