SENTA Johohohe! Johohohe!
Johohohe! Johohe!
Traft ihr das Schiff im Meere an,
blutrot die Segel,
schwarz der Mast?
Auf hohem Bord der bleiche Mann,
des Schiffes Herr, wacht ohne Rast.
Hui! - Wie saust der Wind! -
Johohoe!
Hui! - Wie pfeift's im Tau! -
Johohe! Hui! -
Wie ein Pfeil fliegt er hin,
ohne Ziel, ohne Rast, ohne Ruh'!
Doch kann dem bleichen Manne
Erlösung einstens noch werden,
fänd' er ein Weib,
das bis in den Tod
getreu ihm auf Erden!.
Ach! wann wirst du,
bleicher Seemann, sie finden?
Betet zum Himmel,
daß bald ein Weib Treue ihm halt'!
Bei bösem Wind und Sturmes Wut
umsegeln wollt' er einst ein Kap;
er flucht' und schwur
mit tollem Mut:
In Ewigkeit laß' ich nicht ab!
Hui! - Und Satan hört's! - Johohe!
Hui! - nahm ihm beim Wort! - Johohe!
Hui! - und verdammt zieht er nun
durch das Meer ohne Rast,
ohne Ruh'!
Doch, daß der arme Mann'
noch Erlösung fände auf Erden,
zeigt' Gottes Engel an,
wie sein Heil ihm
einst könnte werden.
SENTA, MÄDCHEN
Ach, könntest du,
bleicher Seemann, es finden!
Betet zum Himmel,
daß bald ein Weib Treue ihm halt'!
SENTA
Vor Anker alle sieben Jahr',
ein Weib zu frei'n,
geht er ans Land:
er freite alle sieben Jahr',
noch nie ein treues
Weib er fand.
Hui! - Die Segel auf! Johohe!
Hui! - Den Anker los! Johohe!
Hui! - Falsche Lieb', falsche Treu',
Auf, in See, ohne Rast, ohne Ruh!
MÄDCHEN
Ach, wo weilt sie,
die dir Gottes Engel
einst könnte zeigen?
Wo triffst du sie,
die bis in den Tod
dein bleibe treu eigen?
SENTA
Ich sei's,
die dich durch ihre Treu' erlöse!
Mög' Gottes Engel mich dir zeigen!
Durch mich sollst du
das Heil erreichen!
MARY, MÄDCHEN
Hilf, Himmel!
Senta! Senta! | SENTA
¡Yohohohe! ¡Yohohohe!
¡Yohohohe! ¡Yohohe!
¿Encontrasteis el barco en el mar,
rojas las velas,
el mástil negro?
A bordo, el hombre pálido,
el señor del barco, vela sin paz.
¡Huy! ¡Como brama el viento!
¡Yohohe! ¡Huy!
¡Cómo silba entre las jarcias!
¡Yohohe! ¡Huy!
¡Como una flecha vuela sin destino,
sin descanso, sin paz!
¡Pero el hombre pálido
puede alcanzar aún la salvación,
si halla una mujer
que le sea fiel en la tierra...
¡Ay! ¿Cuándo la hallarás,
pálido navegante?
¡Rogad al cielo
para que pronto
le sea fiel una mujer!
(Senta se vuelve hacia el cuadro)
Contra vientos adversos
y la furia de la tempestad
quiso él un día un cabo doblar;
juró y maldijo con necia arrogancia:
"No cederé ante ti
por toda la eternidad."
¡Huy! ¡Y Satanás le oyó! ¡Yohohe!
¡Huy! ¡Y le tomó la palabra! ¡Yohohe!
¡Huy! ¡Y desde entonces vaga maldito
por el mar, sin descanso, sin paz!
¡Pero el desdichado
puede encontrar aún
la redención en la Tierra,
si un ángel de Dios le muestra
cómo puede hallar clemencia!
SENTA, MUCHACHAS
¡Ay! ¡Ojalá la encontraras,
pálido navegante!
¡Rogad al cielo para que pronto
le sea fiel una mujer!
SENTA
Cada siete años echa el ancla
y baja a tierra
para desposar a una mujer:
cada siete años lo intenta,
pero nunca ha dado
con una mujer fiel.
¡Huy! "¡Izad las velas!" ¡Yohohe!
¡Huy! "¡Levad el ancla!" ¡Yohohe!
¡Huy! "¡Falso amor, falsa fidelidad!
¡A la mar, sin reposo ni paz!"
MUCHACHAS
¡Ay! ¿Dónde está aquella
capaz de mostrarte
el ángel de Dios?
¿Dónde hallarás a aquella
que te sea fiel
hasta la muerte?
SENTA
¡Sea yo la que por mi fidelidad
te redima!
¡Quisiera mostrarte a ti
el ángel de Dios!
¡Por mí, obtendrás la salvación!
MARY, MUCHACHAS
¡Que el cielo nos asista!
¡Senta, Senta! |
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