(La "banda sonora" pertenece a Händel, otro compositor que reflejó operísticamente a
Ezio, aunque, al contrario que Verdi, en su caso fue protagonista y no secundario)
Flavio Aecio llevaba sangre de bárbaros en las venas. Su padre era de origen escita, y su madre una noble romana de pura cepa. Orígenes aparte, tuvo oportunidad de aprender muy bien cómo vivían y pensaban los hombres contra los que más tarde lucharía. En su adolescencia, Ezio había sido rehén de Alarico I y del rey huno Rugila, el predecesor y tío de Atila. De ahí que haya quien asegure que Atila y Aecio se habrían conocido bien cuando eran prácticamente unos niños.
La carrera militar de Flavio Aecio comenzó en la Galia, donde sirvió como Magister Equitum (un título que ya existía durante la Monarquía romana, y que, tras haber desaparecido en el siglo II a.C, se resucitaría durante el Bajo Imperio, siempre ligado a militares de prestigio). Aecio acabó por convertirse en el hombre más importante del Imperio Occidental; el único hombre que podía competir con él era el Conde Bonifacio, con el que acabaría enfrentándose en una batalla que perdió. Pero su rival había resultado mortalmente herido, y Aecio quedó en solitario como gobernante virtual del Imperio de Occidente. Valentiniano III, del que fue nombrado tutor (a la fuerza, al parecer) por Gala Placidia , era demasiado joven para reinar.
Aunque Aecio no pudo impedir la invasión de Italia por parte de Atila, su popularidad se mantuvo alta, e incluso llegó a pensar en emparentar con la familia imperial, mediante un matrimonio entre su hijo Gaudencio y la hija de Valentiniano, Placidia. El emperador sospechaba que tal vez Aecio pretendía ocupar su lugar. Tradicionalmente se ha dicho que Aecio murió por mano del propio Valentiniano. El obispo Sidonio, al saber de la muerte de Aecio, le habría espetado al emperador: "Habéis actuado como un hombre que se corta su mano derecha con la mano izquierda".
La carrera militar de Flavio Aecio comenzó en la Galia, donde sirvió como Magister Equitum (un título que ya existía durante la Monarquía romana, y que, tras haber desaparecido en el siglo II a.C, se resucitaría durante el Bajo Imperio, siempre ligado a militares de prestigio). Aecio acabó por convertirse en el hombre más importante del Imperio Occidental; el único hombre que podía competir con él era el Conde Bonifacio, con el que acabaría enfrentándose en una batalla que perdió. Pero su rival había resultado mortalmente herido, y Aecio quedó en solitario como gobernante virtual del Imperio de Occidente. Valentiniano III, del que fue nombrado tutor (a la fuerza, al parecer) por Gala Placidia , era demasiado joven para reinar.
Attila en la Galia. ¿Qué haría yo sin Wikipedia?
Fue su campaña contra Atila la que le valió el sobrenombre de último romano. Aunque lo cierto es que había utilizado mercenarios hunos con anterioridad (sobre todo para hacer valer su posición ante la Corte de Rávena y ante su rival Bonifacio), y que, mal de su grado, había tenido que asistir a la pérdida de las provincias de Africa, en las que se estableció un reino vándalo. Ni únicamente "romano" (hacía mucho tiempo que el Imperio recurría a mercenarios) el ejército que, bajo su mando, se enfrentó al de Atila en los Campos Catalaúnicos. De hecho, para detener el avance de los hunos, Ezio se alió con Teodorico, el rey visigodo, y bajo el rey bárbaro y el "último de los romanos" lucharon hombres romanos, alanos, visigodos, burgundios y francos. Lo que se suele decir es que naturalmente a Teodorico no le hacía demasiada gracia que los hunos tomasen fuerza frente a los visigodos. Más valía luchar junto a los romanos. El rey visigodo murió en el combate. Su hijo fue nombrado rey sobre el mismo campo de batalla y despachado lejos de allí por Aecio. Este no aprovechó su victoria para perseguir a los hunos, lo que siempre ha causado bastantes interrogantes.Aunque Aecio no pudo impedir la invasión de Italia por parte de Atila, su popularidad se mantuvo alta, e incluso llegó a pensar en emparentar con la familia imperial, mediante un matrimonio entre su hijo Gaudencio y la hija de Valentiniano, Placidia. El emperador sospechaba que tal vez Aecio pretendía ocupar su lugar. Tradicionalmente se ha dicho que Aecio murió por mano del propio Valentiniano. El obispo Sidonio, al saber de la muerte de Aecio, le habría espetado al emperador: "Habéis actuado como un hombre que se corta su mano derecha con la mano izquierda".
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