vídeo de latraviata69
Dort oben am Berg in dem hohen Haus, Da guckt ein fein's lieb's Mädel heraus, Es ist nicht dort daheime, Es ist des Wirts sein Töchterlein, Es wohnt auf grüner Heide. "Mein Herze ist wund, komm Schätzel mach's g'sund! Dein schwarzbraune Äuglein, Die haben mich vertwundt! Dein rosiger Mund Macht Herzen gesund. Macht Jugend verständig, Macht Tote lebendig, Macht Kranke gesund." Wer hat denn das schöne Liedlein erdacht? Es haben's drei Gäns übers Wasser gebracht, Zwei graue und eine weiße; Und wer das Liedlein nicht singen kann, Dem wollen sie es pfeifen. | Allí, encima de la montaña, en la casa alta, mira hacia afuera una bella y encantadora muchacha. No ésa su casa, es la hijita del propietario que vive en el verde prado. "Mi corazón está herido, ¡ven tesoro mío, a curarlo! ¡Tus ojitos, castaños oscuros, me han herido! Tu boca de rosa el corazón me ha sanado. Hace sensata a la juventud, da al muerto vida y al enfermo cura." ¿Quién ha compuesto la bella cancioncilla? La han traído nadando tres gansos, dos grises y uno blanco; y quien la cancioncilla cantar no pueda, que entonces la silbe. |
Wer ist denn draußen und wer klopfet an, Der mich so leise, so leise wecken kann? Das ist der Herzallerliebste dein, Steh auf und laß mich zu dir ein! Was soll ich hier nun länger stehn? Ich seh die Morgenröt aufgehn, Die Morgenröt, zwei helle Stern, Bei meinem Schatz, da wär ich gern, bei meiner Herzallerliebsten. Das Mädchen stand auf und ließ ihn ein; Sie heißt ihn auch willkommen sein. Willkommen, lieber Knabe mein, So lang hast du gestanden! Sie reicht ihm auch die schneeweiße Hand. Von ferne sang die Nachtigall Das Mädchen fing zu weinen an. Ach weine nicht, du Liebste mein, Aufs Jahr sollst du mein eigen sein. Mein Eigen sollst du werden gewiß, Wie's keine sonst auf Erden ist. O Lieb auf grüner Erden. Ich zieh in Krieg auf grüner Heid, Die grüne Heide, die ist so weit. Wo dort die schönen Trompeten blasen, Da ist mein Haus, von grünem Rasen. | ¿Quién está pues, afuera, y quién llama a la puerta, que tan suavemente me despierta? ¿Soy el amadísimo de tu corazón, levántate y déjame entrar contigo! ¿Por qué debo permanecer aquí más tiempo? Veo nacer la aurora, la aurora con dos luminosas estrellas, con mi tesoro estaría yo más gustoso, con la amadísima de mi corazón. La muchacha se levantó y dejándole entrar le dio la bienvenida. ¡Bienvenido, muchacho querido! ¡Cuánto tiempo has esperado! Le tendió la nívea mano, mientras a lo lejos cantaba el ruiseñor, la muchacha se echó a llorar. ¡Ay, no llores, amada mía! De aquí a un año me pertenecerás. ¡Mía debes llegar a ser, ciertamente, como ninguna otra lo es en la tierra! ¡Oh, amor, en la tierra verde! Marcho a la guerra, a los verdes campos, los verdes campos que están tan lejos. ¡Donde suenen las bellas trompetas, allí estará mi casa de césped verde! |
No hay comentarios:
Publicar un comentario