Clímax. Lo siento, soy una empedernida visionadora de cine clásico hollywoodiense, y esto es el epítome del sistema de estudios, una de las escenas más copiadas, homenajeadas, parodiadas, etc, de toda la Historia del cine. ¿Y qué? Todos los años veo dos o tres veces la película de la señorita Escalaaata. Así me resarzo de la infancia, en la que no logré terminarla ni una vez (recuerdo una navidad, con ocho o nueve años, en la que estuve hasta la una de la madrugada viéndola, hora increíble entonces para mí, y al final me dormí en el incendio de Atlanta -¿o fue antes?)
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