Nada, que hoy me ha dado por escuchar Les Contes de Hoffmann (se trataba de la versión de la Stupenda y Placi, dirigiendo la cara mitad de Dame Joan) y no soy capaz de quitarme a Kleinzack de la cabeza... Con el clic-clac, clic-clac, voilà, voilà Kleinzack... A ver si Placi consigue exorcizarme.
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