lunes, 30 de junio de 2008

Vives, o los Bohemios a la española.

Terminemos el repaso a los otros bohemios "musicales" con una obra española. El 24 de marzo de 1904, se estrenaba en el Teatro de la Zarzuela de Madrid Bohemios, con música de Amadeo Vives y libreto de Guillermo Perrin y Miguel Palacios. La obra, tras un primer tramo en el que causó manifestaciones de aburrimiento por parte de los asistentes al estreno (bostezos ostensibles, entre otras cosas), acabó entusiasmado tras el coro de los bohemios del segundo cuadro. Bohemios sufriría una "remodelación" para convertirse en ópera, y como tal sería estrenada en 1920 en el Teatro Real. Pero de todas maneras la conocemos más como zarzuela. Una nueva remodelación la establecería como una "zarzuela corta" en un acto, dividido en tres cuadros.
La historia de Bohemios, aunque inspirada lejanamente en Murger y en las obras que la antecedieron, se aparta radicalmente de las peripecias trágicas de Mimì y Rodolfo, para contarnos la historia de tres jóvenes (Roberto, Cosette y Víctor) que tratan de abrirse paso en el mundo musical parisino... Roberto Randel es un músico joven que compone una ópera, o al menos lo intenta; en su buhardilla le acompaña su amigo Víctor, aspirante a libretista. En cuanto a Cosette, es la joven vecina de Roberto, a la que éste no ha visto jamás, pero que repite cantando todas y cada unas de las notas que él escribe (lo que Roberto encuentra fatal para el progreso de su obra). Cosette va a dar un recital y Marcelo, su padre, pide a los amigos un abrigo prestado para acudir presentable al concierto. Los amigos marchan hacia un restaurante, para ver si aún les dejan comer sin pagar la cuenta... Mientras Pelagia, la portera, entra para limpiar (o intentarlo) la buhardilla de Roberto, Cosette entra y deja unas entradas sobre el piano de Roberto. En el segundo cuadro, nos encontramos en una concurrida plaza del Barrio Latino. Mientras las parejas pasean de un lado a otro, Roberto y Cosette se encuentran cara a cara por vez primera. Por supuesto, surge entre ellos el amor. Víctor, que no ha conseguido comer, finge su suicidio dos veces. La segunda llama la atención de un tal Girard, que afirma que, con la calidad de su libreto, debería dejar a Randel; él puede conseguir que Auber ponga música a sus versos... En el salón de la Opéra-Comique se desarrolla una fiesta previa al concierto de Cosette. Girard sigue enredando. Después de prometer a Víctor una colaboración con Auber, hace otro tanto con Roberto, presumiendo de conocer a Scribe y aconsejándole que deje a su libretista... Roberto va a saludar a Scribe, que le rechaza. Cuando los dos amigos se encuentran, descubren las patrañas de Girard, que remata su actuación presentándolos... y aconsejándoles que trabajen juntos. Cosette canta un aria de la ópera de Roberto (Luzbel) acompañada al piano por éste, siendo aplaudida. El futuro de los tres jóvenes parece asegurado; Girard se ofrece a proteger a Cosette y a influir en la prensa para el estreno de la ópera, pero ya nadie le escucha...

2 comentarios:

Mocho dijo...

la música, maravillosa. El libretto, infame, trasnochado y aburrido, no hay por dónde cogerlo.

Nina dijo...

Eso desde luego, lamentablemente casi siempre es así, y no sólo en la zarzuela, porque hay cada libreto que...

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