Bienvenido sea Verdi

Por si no lo he dicho suficientes veces, llevo diez días alimentándome de Wagner casi en exclusividad, de ahí que recibiera la retransmisión salzburguesa de ayer (el primer Otello en Salzburgo en unos 30 años, curioso) con los brazos abiertos y, aunque intrigada por algunos miembros del reparto, bastante feliz. En conjunto, fue una retransmisión de la que disfruté mucho. Nadie que "chirriara" especialmente, si bien el tenor se llevó algún abucheo al final, enmascarado entre los aplausos que el público, impaciente (una espontánea gritó "¡Bravo!" durante los últimos compases del Acto IV; no sé si se lo gritaba a Antonenko, a Muti o a quién, pero fue prontamente acallada por parte de los que la rodeaban... ¡y por un gesto del propio Muti! -bien, así aprenderán a no jorobarnos el trance, recontra, no sabéis la rabia que me dio que en Parsifal aplaudieran antes de tiempo), dedicó a la representación apenas terminó. Abucheos, también, para el responsable de la puesta en escena, que aunque tradicional no gustó demasiado, según he leído en una crónica mañanera. En resumen, excelente trabajo de equipo, o tal me pareció, con la orquesta "cantando" como un miembro más del reparto, más que acompañando (pero en Muti y los vieneses ya confiaba antes de que empezaran a tocar, como ya dije). Y Verdi vino como una ráfaga de aire fresco (cosa rara, tratándose de una ópera en la que me "implico" tanto como Otello) frente a las retransmisiones de Bayreuth. Que amo a Wagner, pero a Verdi lo quiero bastante más. Lamenté que el locutor salzburgués pisara a la orquesta el inicio del Acto II, y no faltó mucho para que también la pifiara en la introducción del IV. Peor fue en algunas zonas donde la ORF se cortó después del Ave Maria.
Antonenko-Álvarez en Sì, pel ciel...:


Marina Poplavskaya y su escena del Acto IV completa (incluído presentador de la ORF...)


Y el final: la muerte de Otello y la reacción de la "espontánea":



Aunque no tiene nada que ver con este Otello, pero sí con Verdi, ayer nos enteramos de que Juan Diego Flórez ha decidido posponer su Duca de Madrid planeado en un principio para el año que viene. Una decisión sabia, si es que encuentra que el papel le perjudica en su repertorio habitual. Cada vez tengo más respeto y admiración por Flórez y la manera en que lleva su carrera, aunque debo confesar que (como público egoísta) me apena un poco que no vaya a cantar el Duque de Mantua en el Real.

Y, referente a Salzburgo, se me olvidaba. Hoy a partir de eso de las 20:20 de la tarde podréis escuchar por la ORF o la BAYERN 4 KLASSIK Roméo et Juliette, de Gounod. Yo, por mi parte, estaré escuchando a Wagner y despidiendo el Anillo de este año.