Gianni Schicchi es la única ópera cómica de Puccini, y la obra que cierra el tríptico planteado por el compositor. También es la más representada y conocida. Forzano se basó para su libreto en un personaje que se cita en el canto XXX de la primera parte de la Divina Comedia de Dante, y que el poeta colocó en el Infierno, entre otros usurpadores de identidades. Al parecer hay en este personaje algo de verdad histórica, y se le identifica con Gianni Schicchi de'Cavalcanti (los que hayan leído a Dumas, concretamente El Conde de Montecristo, reconocerán el apellido Cavalcanti, que en la novela usan dos farsantes; muy adecuado), muerto hacia 1280. No se conocen demasiados datos sobre su figura, aunque parece que sí se hizo pasar por el difunto Buoso Donati, llamado "el Viejo" para conseguir que la herencia del rico mercader pasase a su sobrino, Simone Donati, amigo de Schicchi.
Ma né di Tebe furie né troiane
si vider mäi in alcun tanto crude,
non punger bestie, nonché membra umane, 24
quant'io vidi in due ombre smorte e nude,
che mordendo correvan di quel modo
che 'l porco quando del porcil si schiude. 27
L'una giunse a Capocchio, e in sul nodo
del collo l'assannò, sì che, tirando,
grattar li fece il ventre al fondo sodo. 30
E l'Aretin che rimase, tremando
mi disse: "Quel folletto è Gianni Schicchi,
e va rabbioso altrui così conciando". 33
"Oh", diss'io lui, "se l'altro non ti ficchi
li denti a dosso, non ti sia fatica
a dir chi è, pria che di qui si spicchi". 36
Ed elli a me: "Quell'è l'anima antica
di Mirra scellerata, che divenne
al padre, fuor del dritto amore, amica. 39
Questa a peccar con esso così venne,
falsificando sé in altrui forma,
come l'altro che là sen va, sostenne, 42
per guadagnar la donna de la torma,
falsificare in sé Buoso Donati,
testando e dando al testamento norma". 45
Sobre el libreto de Gianni Schicchi, Forzano llegaría a afirmar que no sabía de quién era en realidad, hasta tal punto se implicó Puccini en él. Lo que parece seguro es que la presencia de la pareja de enamorados, que aporta un punto de ingenuidad y de -por así decirlo- pureza entre tantos intereses creados, es obra del libretista. También parece que fue suya la idea de sugerirle a Puccini el tema de Schicchi. En todo caso, parece que éste se entusiasmó lo suficiente en la obra como para dejar ligeramente de lado Suor Angelica, entonces en pleno proceso de composición. Acabaría trabajando en ambas a la vez, terminando Suor Angelica en septiembre de 1917 y Gianni Schicchi en abril de 1918. Ya desde el estreno, el público favoreció a esta ópera sobre sus dos "compañeras de viaje".
La historia se desarrolla en Florencia, en el año 1299. Buoso Donati ha muerto, y su familia le llora con grandes manifestaciones de dolor hasta que estalla la noticia: Donati ha dejado toda la herencia (considerable) al monasterio local, lo que seca las lágrimas de los ávidos parientes que, de inmediato, emprenden la búsqueda del testamento.
Quien lo encuentra es Rinuccio, el sobrino de Buoso, que está enamorado de Lauretta, la hija de Schicchi. Como la tía Zita le ordena que le devuelva el documento, Rinuccio accede a cambio de casarse con Lauretta si el testamento es favorable a la familia. Zita accede, pero la última voluntad de Buoso es, como el rumor afirmaba, ceder todos sus bienes al monasterio. La familia monta en cólera y, desde luego, Rinuccio pierde toda posibilidad de casarse con Lauretta, pues Zita se niega (y así se lo dice a Schicchi directamente) a entregar a su sobrino sin una dote.
Precisamente la muchacha llega en ese momento acompañada de su padre. La familia de Donati los recibe de mal aire, hasta que Rinuccio sugiere que, tal vez, Schicchi pueda arreglar lo del testamento, ya que "conoce todos los resquicios" de las leyes. Mientras los dos enamorados ruegan a sus respectivos mayores que les permitan casarse (es entonces cuando Lauretta entona el tan célebre O mio babbino caro), Schicchi ordena (o más bien obliga) a su hija a irse y se informa sobre las circunstancias actuales.
Cuando se entera de que nadie más que los allí presentes sabe que Donati ha muerto, resuelve hacerse pasar por él, para dictar un nuevo testamento a un notario. Así que impiden el paso al doctor, que se presenta para ver a su paciente (Schicchi se hace pasar por Buoso, declarando su mejoría escondido tras las cortinas de la cama). La familia de Donati acoge exaltadamente la propuesta de ir a buscar al notario, pasando acto seguido a pelearse por la herencia; sobre los molinos y la mula no se ponen de acuerdo, así que deciden que sea Schicchi quien decida a quién irán a parar. Naturalmente y a escondidas de los demás, los interesados tratan de sobornarlo para obtener los molinos, la casa de Florencia y la mula para sí, mientras Schicchi finge aceptar todos y cada uno de los acuerdos.
Antes de meterse en la cama, les recuerda el castigo por falsificación del testamento: la amputación de una mano y el destierro. Cuando llega el notario, y después de repartir algunos bienes entre la familia de los Donati, se adjudica los molinos, la mula, la casa de Florencia... A cada intento de protesta de los parientes, les recuerda lo que podría pasar si él descubre el engaño. Cuando el notario se marcha, Schicchi se ve asaltado por la familia de Buoso, que lo llama ladrón y farsante. Él los echa, ya que la casa es suya... La familia se marcha, no sin antes hacer acopio de todo lo que pueden. Lauretta y Rinuccio se abrazan: ahora que la muchacha tiene dote, podrán casarse.
Schicchi se dirige entonces al público, pidiendo su indulgencia:
La historia se desarrolla en Florencia, en el año 1299. Buoso Donati ha muerto, y su familia le llora con grandes manifestaciones de dolor hasta que estalla la noticia: Donati ha dejado toda la herencia (considerable) al monasterio local, lo que seca las lágrimas de los ávidos parientes que, de inmediato, emprenden la búsqueda del testamento.
Precisamente la muchacha llega en ese momento acompañada de su padre. La familia de Donati los recibe de mal aire, hasta que Rinuccio sugiere que, tal vez, Schicchi pueda arreglar lo del testamento, ya que "conoce todos los resquicios" de las leyes. Mientras los dos enamorados ruegan a sus respectivos mayores que les permitan casarse (es entonces cuando Lauretta entona el tan célebre O mio babbino caro), Schicchi ordena (o más bien obliga) a su hija a irse y se informa sobre las circunstancias actuales.
Cuando se entera de que nadie más que los allí presentes sabe que Donati ha muerto, resuelve hacerse pasar por él, para dictar un nuevo testamento a un notario. Así que impiden el paso al doctor, que se presenta para ver a su paciente (Schicchi se hace pasar por Buoso, declarando su mejoría escondido tras las cortinas de la cama). La familia de Donati acoge exaltadamente la propuesta de ir a buscar al notario, pasando acto seguido a pelearse por la herencia; sobre los molinos y la mula no se ponen de acuerdo, así que deciden que sea Schicchi quien decida a quién irán a parar. Naturalmente y a escondidas de los demás, los interesados tratan de sobornarlo para obtener los molinos, la casa de Florencia y la mula para sí, mientras Schicchi finge aceptar todos y cada uno de los acuerdos.
Schicchi se dirige entonces al público, pidiendo su indulgencia:
Ditemi voi, signori, se i quattrini di Buoso potevan
finir meglio di così? Per questa bizzarria m'han
cacciato all'inferno... e così sia; ma con licenza
del gran padre Dante, se stasera vi siete divertiti,
concedetemi voi...
(fa il gesto di applaudire)
l'attenuante!
(si inchina graziosamente)
Todos los vídeos son de madamemauve
3 comentarios:
Me encanta Gianni Schicchi. Fue la segunda ópera que escuché después de la Traviata, y me enamoré completamente... tan amena, con esa música tan alegre y pegadiza... además, teniendo en cuenta su duración, creo que es ideal para iniciarse en esto de la ópera.
Voy a recomendarle esta entrada tan didáctica a quienes se estén iniciando. ¡Estupendo trabajo! :)
¡Gracias! Pero la verdad es que el que subió la opera a Youtube entera me ha salvado la vida... Así queda mucho más gráfico
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