lunes, 3 de agosto de 2009

Comparaciones: Di tanti palpiti


Tancredi, estrenada en el Teatro de La Fenice de Venecia en 1813, es una de las obras maestras del Rossini serio. Por ejemplo Stendhal, un admirador convicto y confeso del de Pesaro (al que dedicó uno de sus trabajos biográficos), la consideraba su mejor obra. Tancredi (basada en una obra de Voltaire) había supuesto un éxito para su joven compositor y mantuvo su popularidad durante toda la primera mitad del siglo XIX, para luego ir cayéndose del repertorio. Rossini efectuaría diversas modificaciones sobre la partitura, la más llamativa el cambio del final feliz por uno trágico para la versión de Ferrara. Básicamente, el argumento es el que sigue: en una Sicilia amenazada por los sarracenos Argirio ha decidido poner fin a la rivalidad de su familia con la de Orbazzano concediendo a este la mano de su hija, Amenaide. Pero claro, Amenaide no ama a Orbazzano sino a Tancredi, exiliado por razones políticas y cuyas habilidades guerreras vendrían que ni pintadas en ese momento. El exiliado vuelve a Siracusa de incógnito y acaba encontrándose con su amada. Amenaide, sabiendo que tiene que casarse con Orbazzano para que sus ejércitos y los de Argirio se unan frente a los de Solamiro, no le da explicaciones a su amado sobre la próxima boda. Tancredi acaba enterándose de la manera más incómoda para ambos, pues irrumpe en el palacio de Argirio en plena agitación por los preparativos de la boda. Sólo Amenaide lo reconoce cuando ofrece su espada a Argirio para luchar contra los sarracenos. El hallazgo de una carta de la joven da un vuelco a la situación: se trata de una misiva enviada a Tancredi para que vuelva a su patria. Pero como en la carta no figura el nombre, todos creen que va dirigida a Solamiro y la acusan de traición. Su padre ordena que la encarcelen. Uno de los más empeñados en la condena de Amenaide es Orbazzano, al que Tancredi, aun sin revelar su identidad, desafía. Vencedor en el duelo, sigue sin embargo creyendo en la infidelidad de Amenaide y marcha a la batalla. Tanto en el final de Venecia como en el de Ferrara, Tancredi y los siracusanos vencen a los sarracenos y el guerrero sabe por el moribundo Solamiro que Amenaide era inocente. Pero mientras que en la versión veneciana los amantes viven felices, en la ferraresa Tancredi muere en brazos de su amada.
La cavatina de Tancredi Di tanti palpiti es uno de los números más conocidos de esta ópera. Tancredi es un papel para contralto, pero dado que esta cuerda no es precisamente abundante (y menos en estos tiempos) son muchas las mezzosopranos que han afrontado el papel. La que primero acude a la mente es Marilyn Horne, un modelo difícil de superar y a la que podéis ver en este vídeo. Pero las cantantes que protagonizan nuestra comparativa son intérpretes actuales, todas vivas y en activo. De modo que escuchémoslas. Como siempre, un mes para votar:





Di tanti palpiti,
Di tante pene,
Da te mio bene,
Spero mercé.
Mi rivedrai...
Ti rivedrò...
Ne' tuoi bei rai
Mi pascerò.
Deliri, sospiri...
Accenti, contenti!...
Sarà felice, il cor mel dice,
Il mio destino vicino a te.

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