En 1879 se estrenaba Eugene Onegin, ópera en tres actos de Tchaikovsky basada en la novela versificada de Pushkin. Aunque el repertorio ruso es amplio, no son demasiadas las óperas de esa procedencia que se han abierto paso entre las que copan los escenarios del mundo. Eugene Onegin es una de las afortunadas, con números que también se han colado entre los presentes en recitales a lo largo del mundo. El vals, la escena de la carta o el aria de Lensky Kuda, kuda. Sobre esta última, que precede al duelo entre el poeta y su ex amigo Onegin, vamos a "jugar" este mes. Hay aquí cuatro versiones bastante recientes, correspondientes a tenores que han cantado el papel en las últimas décadas. A mí me cuesta bastante separar el papel de un señor que se llamaba Sergei y se apellidaba Lemeshev, pero entre estas cuatro hay interpretaciones de las que también he disfrutado. Para variar, creo que todos son fácilmente identificables.
LENSKI Kuda, kuda, kuda vi udalilis, vesni moyei zlatiye dni? Shto dyen gryadushchi mnye gotovit? Yevo moi vzor naprasno lovit: V glubokoi mglye tayitsa on! Nyet nuzhdi; prav sudbi zakon! Padu li ya, streloi pronzyonni, il mimo proletit ona, Vsyo blago; bdyeniya i sna prikhodit chas opredelyonni! Blagoslovyen i dyen zabot, blagoslovyen i tmi prikhod! Blesnyot zautra luch dennitsi i zayigrayet yarki dyen, a ya, bit mozhet, ya grobnitsi soidu v tayinstvennuyu syen! I pamyat yunovo poeta poglotit myedlennaya Lyeta. Zabudet mir menya; no ti! Ti!... Olga... Skazhi, Pridyosh li, dyeva krasoti, slezu prolit nad rannei urnoi i dumat: on menya lyubil! On mnye yedinoi posvyatil rassvyet pechalni zhizni burnoi! Akh, Olga, ya tebya lyubil! Tebye yedinoi posvyatil rassvyet pechalni zhizni burnoi! Akh, Olga, ya tebya lyubil! Serdyechni drug, zhelanni drug. Pridi, pridi! Zhelanni drug. Pridi, ya tvoi suprug, pridi, pridi! Ya zhdu tebya, zhelanni drug. Pridi, pridi; ya tvoi suprug! Kuda, kuda, kuda vi udalilis, zlatiye dni, zlatiye dni moyei vesni? | LENSKI ¿A dónde, a dónde os habéis ido, dorados días de mi primavera? ¿Qué me depara el mañana? En vano trato de comprenderlo: ¡Todo se hunde en la profunda oscuridad! ¡No importa, es el destino! Tanto si la flecha me atraviesa, como si me evita, ¡Todo estará bien, ya sea para dormir o para despertar! ¡Bendito sea el día de la ansiedad, bendito el de la oscuridad! Al alba, la estrella matutina esparcirá su luz, mientras yo, quizás, descenderé en las sombras de la tumba y el recuerdo de un joven poeta será borrado por el fluir del Leteo. ¡El mundo me olvidará, pero tú! ¡Tú,....Olga...! Dime: ¿Vendrás, flor de belleza, a llorar sobre mi urna y a pensar: ¡Me amaba! ¡A ti sola dediqué el alba dolorosa de mi vida tormentosa! ¡Ah, Olga, te amaba! ¡A ti sola dediqué el alba dolorosa de mi vida tormentosa! ¡Ah, Olga, te amaba! Eres el tesoro de mi corazón y su único deseo. ¡Ven, ven! Soy tu esposo ¡Ven, mi amor, ven, ven! Te espero, amor mío. ¡Ven, ven, soy tu esposo! ¡Dónde, dónde os habéis ido, dorados días, dorados días de mi primavera! |
No hay comentarios:
Publicar un comentario