Aunque ya procuraré detallar más adelante, he aquí la escena final de una Manon a la que sólo encuentro un defecto, y es la cantidad de cortes realizados a la partitura. Nunca había escuchado a la obra de Massenet trasquilada hasta ese punto (aunque habrá quien celebre que la primera escena de las damiselas y acompañantes llamando desesperadamente al posadero desaparezca del mapa). Como no tengo ni idea de si detrás se esconde una nueva edición (aunque sería la primera en que se corta a lo salvaje) o razones puramente prácticas, lo dejaré ahí, en manifestar mi sorpresa. De momento, a disfrutar de Vargas y Damrau:
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