domingo, 8 de agosto de 2010

Comparaciones: Salomé. La solución.

Durante el último mes, o más bien durante algo más de treinta días, hemos podido comparar cuatro versiones diferentes de la Danza de los Siete Velos de la Salomé de Strauss. Pues bien, pasado el plazo para las votaciones y dando gracias a los participantes -sobre todo porque es un fragmento bastante largo- toca desvelar qué directores se escondían tras las grabaciones elegidas. En el caso de esta comparativa, había un curioso intercambio entre la Vieja Europa y el Nuevo Mundo. Tres grandes directores de origen europeo que se asociaron con orquestas estadounidenses y un gran director estadounidense que, en esta ocasión, se veía acompañado por una orquesta europea. Empecemos con el Director 4, que ha sido el que menos votos se ha llevado.
Se trataba de Fritz Reiner, con la Orquesta Sinfónica de Chicago, de la que fue director musical entre 1953 y 1963. Nacido en Budapest en diciembre de 1888, su verdadero nombre era Frederick Martin Reiner. Acabó mudándose en 1922 a los Estados Unidos para hacerse cargo de la Orquesta Sinfónica de Cincinatti. En 1928 ya había adquirido la nacionalidad estadounidense. Allí permaneció hasta 1931, dedicándose después cierto tiempo a la enseñanza en Philadelphia. Leonard Bernstein se contaría entre sus alumnos. También dirigiría la Sinfónica de Pittsburg entre 1938 y 1948. Frecuentaría el Met, debutando con Salomé en 1949, en una producción protagonizada por Ljuba Wellitsch (extrañamente, la obra de Strauss estaba emparejada con un Gianni Schicchi dirigido por Giuseppe Antonicelli y con Italo Tajo en el papel titular; un "combinado" que se repetirá a menudo en la década de los cincuenta, según los archivos del teatro).  Entre 1953 y 1963, año en el que moriría, se convierte en el director de la Orquesta Sinfónica de Chicago. Durante esa etapa realizará numerosas grabaciones para el sello RCA Victor. Entre ellas, el disco al que pertenece este fragmento, y que reunía varias escenas de Salomé y Elektra, con Inge Borkh. Uno de los músicos de la orquesta lo recordaría más tarde como "el director más desagradable para el que he tocado", aludiendo al legendario mal carácter del húngaro.Y del maestro pasamos al alumno...
Porque el Director 1, empatado a votos con el segundo de los seleccionados para la cata a ciegas, era Leonard Bernstein (1918-1990), acompañado por la Orquesta Nacional de Francia -seguro la formación de reputación menos impresionante entre las aquí reunidas-, en un disco dedicado a Strauss y a Boito en el que participaban además Montserrat Caballé y Nicolai Ghiaurov. Compositor, director, pianista, y además un excelente divulgador, la sola idea de resumir en cuatro líneas su biografía me resulta aterradora a la par de imposible.En su discografía "oficial", si nos fiamos de Operaclass, no figura ninguna integral de Salome, aunque sí varios Rosenkavalier. La información hay que tomarla con cierta cautela, por si hay algún error u omisión en ella.
Bernstein quedó empatado a cuatro votos con el Director 2, que era Leopold Stokowski. La orquesta a la que dirigía era, como no, la de Philadelphia, de la que fue director entre 1912 y 1938. Era británico, hijo de emigrantes polacos. Reinó cierta confusión acerca de su fecha y lugar de nacimiento, ya que él mismo  dio varias fechas y enfatizó el origen polaco, acaso en un intento de resaltar su exotismo. Estudió en el Royal College of Music.Tal y como lo hizo Reiner, comenzó su carrera estadounidense como director de la Sinfónica de Cincinatti, donde conoció un gran éxito, aunque acabó dimitiendo. En 1912 hizo su debut en Philadelphia. Las malas lenguas afirmaron que había dimitido de su puesto anterior porque sabía que la orquesta de Philadelphia era ya suya o que incluso tenía el contrato en el bolsillo. Tuvieran o no las habladurías razón sobre este aspecto, el caso es que Leopold Stokowski se quedó en Philadelphia, llevando a la orquesta a primer plano. Se convirtió también en un personaje popular que hacía apariciones cinematográficas -y no sólo me refiero a Fantasía- y que era dado a grandes gestos dramáticos que impresionaban al público. La grabación corresponde a este disco que incluye también otras con la Orquesta NBC y la Sinfónica y la Filarmónica de Nueva York en la que, por un tiempo, conviviría con otro director que- todo está relacionado en esta comparativa- es el que ha salido ganador de la cata.
Y esa versión resultó ser la del Director 3, que no era otro que el gran Dimitri Mitropoulos, que dirigía a la Filarmónica de Nueva York en una grabación que pertenece a este disco que últimamente he frecuentado mucho. Nacido en Atenas en 1896, Mitropoulos iniciaría su formación en el conservatorio de su ciudad natal. Luego la completó en Bruselas y Berlín, donde fue asistente de Erich Kleiber. El debut estadounidense se produce en 1936 con la Sinfónica de Boston, estableciéndose más tarde en Estados Unidos y adquiriendo la nacionalidad en 1946. Fue durante doce años director en lo que hoy es la Sinfónica de Minesotta - entonces llamada Sinfónica de Minneapolis- y en 1949 hizo su debut con la Filarmónica de Nueva York. Al frente de esta le sucedería Leonard Bernstein. No sólo grabó un importante legado discográfico en lo que a música sinfónica se refiere. Mitropoulos fue también uno de los mayores directores de ópera de todos los tiempos, o al menos de la historia de la ópera grabada. A la que también aportó una obra compuesta por él: Soeur Béatrice, de la que existe al menos un registro publicado por Lyra.

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