Parece que en los últimos días la actualidad musical se centra de forma bastante testaruda en pocos nombres. Antes de ayer hablaba de lo sucedido durante la primera función de Nabucco que dirigió Riccardo Muti en Roma. Hoy el napolitano vuelve a ser noticia, ya que se ha convertido en el segundo agraciado con el Premio Birgit Nilsson, un galardón que la mítica soprano estableció con su fortuna y que está dotado con, atención, un millón de dólares - en euros tampoco deja de ser impresionante: más de setecientos mil -; dicho sea de paso, no deja de llamarme la atención que estos premios siempre lleven consigo una dotación tan alta. Ya que, en el ambiente en el que se otorgan, pocos andan escasos de efectivo. El primero en recibirlo fue Plácido Domingo. El tenor español, aunque el Telegraph se empeñe en llamarlo mexicano - lo que es todo menos un deshonor, pero es falso, por muy ligado a México que esté Plácido- fue escogido personalmente por Nilsson, aunque su nombre no se reveló hasta años más tarde. El jurado ha elegido a Muti por unanimidad, por personificar todas las cualidades que fueron tan importantes para Birgit Nilsson: trabajo extraordinario, dedicación y pasión por la música durante muchas décadas. En otros sitios la noticia es que la candidatura de Angela Gheorghiu ha sido derrotada, aunque tal vez de haber salido ganadora la rumana, tendrían que haber retocado un poco eso del trabajo y la dedicación (la pasión se la concedo). Pocas horas más tarde, a Muti le ha llegado otro título: el de ciudadano honorario de Roma. Ambas noticias han sacado a pasear a partidarios y detractores, estos últimos con un repertorio de improperios que no ha variado en... veamos... treinta años más o menos.
Lo que sí tiene más detractores que partidarios es la temporada presentada ayer por Mortier y en la que el propio Muti está presente. El belga calificó su temporada de "exigente", aunque no es ésa la palabra que a muchos les viene a la cabeza. En Doce Notas la califican de insustancial, y en ABC también se muestran escépticos al respecto. De su rueda de prensa han chocado dos cosas: su pregunta sobre qué es el patrimonio español, cuyo cupo cree cubierto con I due Figaro, compuesta por Mercadante para Madrid, y su voluntad de crear una "nueva escuela lírica", ya que según él los cantantes españoles no tienen estilo y cantan Verdi igual que cantan Puccini. Haciendo amigos y pasando de diplomacias, como de costumbre. Hasta tal punto que hay un grupo en Facebook que pide su dimisión inmediata. Otras cosas dijo Mortier, también. Por ejemplo, que en los próximos años Simon Rattle vendrá a dirigir Carmen, Salomé o Parsifal, en una colaboración con el Festival de Pascua de Salzburgo. Se supone que aprovecharán la coyuntura de la superestrella para subir los precios de las entradas de esas funciones, como ya se ha hecho con las de Mercadante. En todo caso el anuncio sonó a mala conciencia, como si quisiera aplacar los ánimos de todos los que se han echado las manos a la cabeza con la temporada 2011-2012.
Y ya que estamos con las nuevas temporadas, ha salido la de la Monnaie. En conjunto interesante y con un poco de todo en cuanto a títulos, aunque se empeñen en confiar Il Trovatore a las manos de... ¡Marc Minkowski! De los repartos no he mirado mucho. En cuanto a la dirección de la ópera de Verdi... A muchos se les hará la boca agua, a mí me hace temblar. Sí, sí, sí, lo sé... Comprendo que como cualquier detractor de este mundo, comienzo a repetirme, pero mis pobres y empecinados oídos se niegan a admitir demasiadas virtudes en él. Por lo demás, la Medea de Cherubini, Salomé de Strauss, Otello rossiniano, Theodora de Händel, en fin, cosas bastante interesantes.
Y ya que estamos con las nuevas temporadas, ha salido la de la Monnaie. En conjunto interesante y con un poco de todo en cuanto a títulos, aunque se empeñen en confiar Il Trovatore a las manos de... ¡Marc Minkowski! De los repartos no he mirado mucho. En cuanto a la dirección de la ópera de Verdi... A muchos se les hará la boca agua, a mí me hace temblar. Sí, sí, sí, lo sé... Comprendo que como cualquier detractor de este mundo, comienzo a repetirme, pero mis pobres y empecinados oídos se niegan a admitir demasiadas virtudes en él. Por lo demás, la Medea de Cherubini, Salomé de Strauss, Otello rossiniano, Theodora de Händel, en fin, cosas bastante interesantes.
6 comentarios:
¿Trovatore con Minkowski? Para salir corriendo y no parar. ¿Hacen JDF el Manrico y Bartoli la Azucena? De Leonora podría estar bien Emma Kirkby, y para el Conde... pues el Vratogna mismo. Total.
Hay algo Nina que no me acaba de cuadrar.
I due Figaro, que me interesa un montón, a parte de la gloria de Muti estará servida por cantantes desconocidos, supongo que muy jóvenes y por una orquesta y coro que no son los de la casa. ¿Porqué?
No entiendo que haya que pagar más por ello.
Soy un entusiasta admirador del maestro Muti, pero ¿quién se pasa de la raya, él o el TR? ¿No estamos en época de crisis?
Lo de Il Trovatore habrá que oírlo, aunque no creo que llegue a las cotas esperpénticas de aquel inefable del Festival de Ludwigsburg, con Simone Kermes y Herbert Lippert.
Hola, Joaquim. La mecánica es la misma que en todos los títulos que ha dirigido de la "escuela napolitana" en el Festival de Pentecostés de Salzburgo. La orquesta y el coro van incluídos y los cantantes suelen ser bastante jovencitos. Así ha sucedido en todos los años en los que Muti ha sido director artístico. La orquesta es de formación y sus miembros son menores de treinta años y suelen cambiar cada tres. Lo que significa si no hago mal las cuentas que a Madrid llegará la tercera promoción.
En cuanto al precio, en París en 2009 también se subieron las entradas. Entonces aún estaba Mortier, así que ninguna de las dos cosas es novedad. Mirando las entradas en Salzburgo, son todas más baratas que en Madrid.
... Respecto al Trovatore, a mí ya la mención de Minkowski en Verdi (o en casi cualquier otra cosa) me pone en guardia, aunque es cierto que empeorar aquel despropósito - que encima escuché entera - de la Kermes es muy difícil.
¿Más barato en Salzburg que en Madrid? leerlo para creerlo.
Yo también escuché enterito aquel Trobvatore, pero es que aquello era puro morbo y si desconectabas el chip, incluso divertidísimo.
Pues según el PDF la más cara en Madrid son 308 €; en Salzburgo los asientos más caros son de 220, eso en primera fila, pero primera literalmente. Y todavía queda alguno de 60 por ahí suelto (los hubo más baratos pero cayeron ya).
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