del canal de operazaile
Hochgewölbte Blätterkronen, Baldachine von Smaragd, Kinder ihr aus fernen Zonen, Saget mir, warum ihr klagt? Schweigend neiget ihr die Zweige, Malet Zeichen in die Luft, Und der Leiden stummer Zeuge Steiget aufwärts, süßer Duft. Weit in sehnendem Verlangen Breitet ihr die Arme aus, Und umschlinget wahnbefangen Öder Leere nicht'gen Graus. Wohl, ich weiß es, arme Pflanze; Ein Geschicke teilen wir, Ob umstrahlt von Licht und Glanze, Unsre Heimat ist nicht hier! Und wie froh die Sonne scheidet Von des Tages leerem Schein, Hüllet der, der wahrhaft leidet, Sich in Schweigens Dunkel ein. Stille wird's, ein säuselnd Weben Füllet bang den dunklen Raum: Schwere Tropfen seh ich schweben An der Blätter grünem Saum. | Coronas de follaje en altas arcadas, baldaquines de esmeralda, vosotros, hijos de lejanas religiones, decidme ¿por qué os lamentáis? Inclináis en silencio vuestras ramas, dibujáis signos en el aire y, como mudo testigo de vuestras penas, se exhala un dulce perfume. Grandes, en vuestro ardiente deseo, abrís vuestros brazos para estrechar vanamente el horror espantoso del vacío. Sé muy bien, pobres plantas, que compartimos un igual destino. Aunque viviésemos entre una luz radiante nuestro hogar no está aquí. Al igual que el sol gozoso, que abandona el vacío esplendor del día, aquel que verdaderamente sufre se envuelve con el obscuro manto del silencio. Todo se calma. Un susurro ansioso llena la estancia obscura. Estoy viendo cómo pesadas gotas se hinchan en los verdes bordes de las hojas. |
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