Para la próxima comparativa, tenemos un duo, uno de los más hermosos escritos por Verdi. En Tutte le feste al tempio, Gilda le cuenta a su padre cómo conoció al hombre que la deshonraría y al que, a pesar de todo, sigue amando. Entretanto Rigoletto, que había soñado con un futuro mejor para esa hija que tenía escondida como un tesoro, a salvo, creía él, de la maldad y de la corrupción de este mundo, para que alcanzara un destino que en nada se pareciera a la degradación y la indignidad de ser el bufón de la corte. Rigoletto jurará vengarse del daño inflingido a lo único que ama; pero, como sabemos, nada saldrá como había planeado. Bien, ahí van las cuatro interpretaciones; si en la pasada comparativa las grabaciones correspondían a cantantes actuales, en esta ocasión se trata de cuatro grabaciones en estudio que ya tienen sus años.
GILDA
Tutte le feste al tempio Mentre pregava Iddio, Bello e fatale un giovane S'offerse al guardo mio Se i labbri nostri tacquero Dagli occhi il cor parlò. Furtivo fra le tenebre Sol ieri a me giungeva Sono studente, povero, Commosso, mi diceva, E con ardente palpito Amor mi protestò. Partì il mio core aprivasi A speme più gradita, Quando improvvisi apparvero Color che m'han rapita, E a forza qui m'addussero Nell'ansia più crudel.
RIGOLETTO (Fra sè) Solo per me l'infamia A te chiedeva, o Dio Ch'ella potesse ascendere Quanto caduto er'io Ah, presso del patibolo Bisogna ben l'altare! Ma tutto ora scompare L'altar si rovesciò!
(Ai Gilda)
Piangi, fanciulla, e scorrere Fa il pianto sul mio cor.
GILDA Padre, in voi parla un angelo Per me consolator.
| GILDA
Todos los días de fiesta mientras oraba ante Dios, un joven bello y gallardo se ofrecía a mi mirada... Aunque nuestros labios callaron, los ojos hablaron por el corazón. Ayer llegó hasta mí furtivo en la oscuridad... Soy estudiante, pobre, me dijo conmovido, y con impulso ardiente me declaró su amor. Partió...mi corazón se abría a las más dulces esperanzas, cuando de improviso aparecieron mis raptores y me condujeron aquí, a la fuerza, sumida en el ansia más cruel.
RIGOLETTO (Para sí) Para mí solo, oh Dios, te pedí toda la infamia... Para que ella pudiera elevarse tanto como yo había caído... ¡Pero el altar debe estar cerca del patíbulo! Todo se ha derrumbado ahora... ¡El altar ha desaparecido!
(A Gilda)
Llora, mi niña, deja correr tus lágrimas sobre mi corazón...
GILDA Padre en vos habla un ángel que me consuela. |
2 comentarios:
Aunque está fuera de concurso, hay por ahí una grabación en directo de 1977 (Levine) en la que Macneil y Cotrubas están muy bien. Lo digo porque parece que Ileana (si no he confundido a la soprano) no va a quedar muy bien en esta votación.
En efecto,no ha quedado demasiado bien la pobre, pues efectivamente era ella.
Tomo nota de la grabación.
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