Volvamos a Verdi para la siguiente comparativa, concretamente al prólogo de Simon Boccanegra. Una vez más, nos encontramos con la omnipresente figura del padre, en este caso Fiesco, cuya hija, Maria, fue seducida por Boccanegra y acaba de morir. Fiesco se despide de la joven en la bellísima A te l'estremo addio... Il lacerato spirito.Como se sabe, la deshonra y la muerte de Maria, así como la desaparición de la hija que tuvo con Boccanegra - Maria Boccanegra, alias Amelia Grimaldi -, desencadenarán las venganza contra el ex corsario, ahora a la cabeza de la República de Génova. Como de costumbre, cuatro interpretaciones distintas, que podréis votar a lo largo de algo más de un mes.
FIESCO (esce dal palazzo) A te l'estremo addio, palagio altero, Freddo sepolcro dell'angiolo mio!... Né a proteggerti io valsi!... Oh maledetto!... E tu, Vergin, soffristi (volgendosi all'immagine) Rapita a lei la verginal corona?... Ma che dissi!... deliro!... ah mi perdona! Il lacerato spirito Del mesto genitore Era serbato a strazio D'infamia e di dolore. Il serto a lei de' martiri Pietoso il cielo diè... Resa al fulgor degli angeli, Prega, Maria., per me. (S'odono lamenti dall'interno del palazzo) DONNE È morta!... È morta!... a lei s'apron le sfere!... Mai più!... mai più non la vedremo in terra!... UOMINI Miserere!... miserere!... | FIESCO (saliendo del palacio) ¡A ti, mi último adiós, palacio altivo, gélido sepulcro de mi ángel! No fui capaz de protegerte... ¡Oh, maldito! ¡Oh, vil seductor! (mira a la imagen de la fachada) Y tú, Virgen, ¿sufriste cuando a ella le robaron la corona de su virginidad? ¿Pero, qué digo?... ¡Deliro!... ¡Perdóname! Al espíritu atormentado de un triste padre le estaba reservado un suplicio de infamia y dolor. A ella, el cielo piadoso, le dio la corona de los mártires. Devuelta al fulgor de los ángeles, María, ruega por mí. (se oyen lamentos en el interior del palacio) MUJERES ¡Ha muerto! ¡El cielo le abre sus puertas! ¡Nunca más la veremos en la tierra!... HOMBRES ¡Miserere!... ¡Miserere!... |
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